Por: Verónica Carrillo
UNA CENA NAVIDEÑA CAMPECHANA
Los fines de año mi familia se reúne en Campeche. Y como en todos los hogares mexicanos nos dedicamos a comer sin clemencia…después nos preocuparemos de la báscula… Les deseo compartir los deliciosos sabores de este lugar.
En la cena de Navidad cocinamos bacalao. Se prepara con perejil y orégano, jitomate, cebolla, ajo y chiles dulces asados, una mezcla de especias, fritos en aceite de olivo con papitas cambray. Mi mamá dice que no le agrega alcaparras y aceitunas porque a mi papá no le gustan. Entonces en su deliciosa receta, es opcional. Cabe señalar que en Campeche, como es un lugar de costa, existe un gran número de pescados secos para cocinar el bacalao.
También hacemos pavo asado: el pavo se hierve primero con especias, ajo y cebolla. Con el caldo se prepara una deliciosa sopa de macarrones que va sazonada con yerbabuena, ajo, cebolla y chile dulce. Al servirse se complementa con queso de Chiapas y unas gotitas de naranja agria. ¡Deliciosa!
El pavo ya cocido se unta de achiote con especias y mantequilla y se asa sobre brasas de carbón. Se sirve desmenuzado acompañado de cebolla roja curtida y frijoles colados.
El frijol colado es riquísimo. Se elabora con frijol negro licuado con cebolla, jitomate, chile dulce y chile habanero, se cuela y se fríe hasta que seque (queda seco como con consistencia de cajeta).
Y la ensalada de manzana. Creo que en todo México se come esta ensalada típicamente navideña. Nosotros sólo le ponemos crema, pasitas y nueces; aunque sé que en algunos hogares le agregan piña o durazno y cerezas en almíbar…
La cena navideña la complementamos con pastel. La pastelería campechana es artesanal porque aún se usan hornos fabricados de piedra, cemento y cal y en la base del horno se le pone carbón vegetal y vidrio molido para mantener la temperatura lo más regulada posible. El pastel que compramos fue de tres leches adornado con merengue. ¡De sabor exquisito! Las familias con poco poder adquisitivo acostumbran a comer pan grande: mojada, riñón, marquesote (pan francés), hojaldra de jamón y queso.
Bueno, también nos tomamos nuestra copita de ron y sidra. Como es cena de celebración, permito que mis niños tomen un poco de Coca Cola.
Ha pasado una semana y siguen los recalentados de toda la comida de Navidad. Mi papá dice que cada día que pasa está más rico y cuando está “supermegariquísimo” se termina. Bendito sea el Señor que nos ha permitido celebrar un año más con estas delicias culinarias que propician la convivencia y tradición familiar.
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