¡NO MÁS MENTIRAS!

Edith Peredo

El pasado 6 de septiembre, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), echó por tierra la verdad histórica que dio a conocer la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos forzadamente el pasado 26 de septiembre.

Científicamente imposible –como ya varios decían– resultó la quema de 43 cuerpos en el basurero de Cocula, tal y como la PGR quiso hacer creer a todo el mundo.

“El estudio fue realizado por un experto internacional en fuego e investigaciones de ese tipo, cuyas conclusiones son recogidas en el informe. Dicho estudio contrasta los testimonios de inculpados, el tiempo referido de la quema, el combustible que se señala que se utilizó, la inspección del lugar y el diálogo y examen con los peritajes realizados por la PGR anteriormente. Sus conclusiones muestran que la quema de 43 cuerpos en dicho lugar, en el tiempo de 15-16h señalado en los testimonios no pudo haber sucedido”. 

El informe del GIEI asegura que los ataques contra los normalistas incluyeron nueve escenarios y episodios de violencia diferentes, en los cuales murieron seis personas, entre ellas dos normalistas que fueron ejecutados con disparos a quemarropa y otro más torturado y después asesinado.
Además, la investigación de los expertos muestra que existía información compartida de lo que estaba sucediendo en el ataque a los normalistas entre diferentes corporaciones del Estado a través del C-4 y a través de otros mecanismos e instituciones.

Entre las revelaciones del informe se incluye también la existencia de un quinto autobús, Estrella Roja, que no se encontraba en la historia recogida en el expediente de la PGR, a pesar de que dicho autobús fue referido por los 14 normalistas que lo tomaron y que sobrevivieron a los hechos. Dicha omisión en la historia oficial de los hechos y en el expediente fue señalada a la PGR por parte del GIEI. La existencia de dicho autobús fue probada por el video proporcionado por la empresa tras la petición realizada por el GIEI. Dicho autobús puede tener un papel significativo en la explicación a la agresión contra los normalistas. Hay que tener en cuenta que existen procesos abiertos en EEUU sobre tráfico de heroína entre Iguala y Chicago, y que dicho tráfico se hace en parte a través de autobuses, lo que podría haber llevado a la respuesta violenta contra los normalistas que se llevaron ese autobús de forma circunstancial.

Hoy, la rabia está más viva que nunca. Las madres y padres de los normalistas continúan la búsqueda en este ambiente hostil; lleno de caminos y veredas rojas, tan comunes, que ya no atemorizan pero si enfurecen.

La colusión entre las instituciones gubernamentales, políticos, algunos medios de comunicación y el narco, es clara. Y esa, sí es la verdad.

¡Seguimos de pie, estamos en lucha constante por ellos que nos falta, por ti que nos dueles, por nosotros que resistimos!

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Puedes consultar el informe completo del GIEI en: https://drive.google.com/file/d/0B1ChdondilaHd29zWTMzeVMzNzA/view