TOMADO DE LA SEGUNDA PARTE DEL LIBRO “MIS RECUERDOS” , ESCRITO POR EL PROFR. RAFAEL MARTÍNEZ MORALES DE IXHUACÁN DE LOS REYES. SE REPRODUCE A CONTINUACIÓN LA PÁG. 37.
Siendo yo pequeño todavía, y estando con mis padres, en el sitio que mi padre había comprado a su tía Cira Vélez. Llegó de pronto un hermano de ella. Como hermano de la vendedora, reclamaba a mi padre parte del dinero de la venta del mencionado terreno; mi padre le dijo que ya había cumplido con el pago, que por lo mismo no había razón para tal exigencia, y que además no tenía ningún compromiso con él. Al escuchar la respuesta de mi padre, el tío Guillermo se disgustó, y con palabras fuertes retó a mi padre a los golpes; al darme cuenta de la situación, me asusté, al igual que mi madre, y salí corriendo y llorando hacia la casa de mis abuelos paternos, situada como a media cuadra ¿Qué te pasa hijo? Preguntó mi abuela Justina; al haberle hecho saber que mi tío Guillermo se quería pelear con mi papá, le dijo la abuela a la hermana de mi padre; “corre María a ver qué es lo que pasa”.
La tía tomó su reboso de inmediato y salió rápidamente; después de algunos instantes salí al portón y pude ver que el tío Guillermo se alejaba de la casa; lo cual me tranquilizó, porque aunque pequeño, imaginé que había pasado ya el problema. Mi padre fue hombre pacífico, pero si hubiera aceptado el reto, el tío no le hubiera servido “ni para el arranque”, pues por ser alcohólico no tenía condición para enfrentarse a mi padre, que además de ser joven, era hombre de campo, fuerte y musculoso.
Aún me encontraba yo en casa de la abuela en el momento en que regresó la tía María, y entre otras palabras que le dijo a la abuela recuerdo estas: “Si he llevado un cuchillo en la manos se lo atasco al viejo”, y es que la tía era de carácter especial pero no creo que hubiera llegado a tanto.
El suceso no pasó de ser sólo un mal rato para nosotros.
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