Está ahí, hay basura en la parada de autobuses, basura al pie de la banqueta, en el parque o hasta en el campo deportivo. ¡Pero ojo! resulta que esos lugares, son todos públicos, y por lo tanto debería existir en ellos, por normatividad, al menos un sitio dónde poder depositar nuestra basura. Si aun no es así, entonces, hagamos algo para que esto cambie. No siempre es lo mejor esperar a que alguien venga a resolverlo. Somos tan importantes como personas como para tomar una decisión por nosotros mismos y hacerlo. A final de cuentas, somos quienes vemos y respiramos diariamente esa basura.
Hay muchas maneras de ayudar a disminuir este problema, muchas. Todas valiosas y muy sencillas:
Si ya existen botes para la basura, úsalos. Hagamos más común las actitudes de higiene y no aquellas de indiferencia.
Si no hay botes para la basura, pon uno. Afuera de tu casa, de tu negocio o en la esquina de tu calle. Si no tienes un recipiente plástico a la mano, puedes hacer uso de otro tipo de contenedores que sirvan de basureros como cubetas o cajas. La idea es que a todos nos quede claro el mensaje “NO tirar basura”.
Si ya hay botes para la basura y no los respetan, ayuda a concientizar a quienes no lo hacen. Pierde el miedo, esa banqueta sucia también es tuya y como ciudadana o ciudadano estas en el derecho de pedir a los demás que también la mantengan limpia.
Teocelo, Xico, Coatepec, Ixhuacán, Cosautlán, Ayahualulco y sus comunidades son lugares hermosos que no pueden permanecer entre basura. No perdamos de vista que son todos pueblos con historia, con riquezas naturales y gente trabajadora que tienen mucho que compartirnos, son comunidades que no pueden perder su brillo a causa de un problema del que todas y todos estamos siendo parte.
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