HABLEMOS SÓLO DE BÉISBOL

Arturo Díaz

Hay muchos aficionados que les gusta que hablemos del béisbol de antaño, a otros no; pero esto así es, como en la televisión, si no me gusta lo que está pasando en un canal por lógica le cambio y veo otro. Hemos hablado de muchos peloteros pero quiero hacer un hincapié en esta columna, para recordar a Raúl Olmos “El plátano”, que fue un buen maestro y se distinguió por su educación, ser hombre amable, muy carismático, en concreto: amigo de todos. Jugó para su tierra natal, Teocelo, en equipos de Coatepec, en Xalapa y tuvo la fortuna de participar en la Liga Azucarera en el Sur de Veracruz y probar suerte un rato con el Águila de Veracruz. Su posición natural era 2da base; hizo una amistad tremenda en Xalapa, ya de veterano con Los Chileros de Xalapa y una alegría para todos sus amigos por su trayectoria deportiva, el que autoridades de Teocelo, por su comportamiento le hayan puesto su nombre a la Unidad Deportiva.

Todos nosotros jugamos con él y aficionados al beisbol aplaudimos este noble gesto y que sus hijos, familiares se sientan orgullosos de haber tenido como padre, un buen hombre y un deportista cabal. Seguirá viviendo en nuestra memoria y corazones, el nombre de Raúl Olmos “El plátano”.

Quiero recordar a un hombre que quiero mucho y lo admire cuando jugamos beisbol en contra y cuando compañeros, me refiero a Alejandro Andrade “El Chupadedos”. Para mí es el mejor parador corto que ha tenido Teocelo, miren se codeo mucho con Américo Pérez, un cubano pitcher que murió pasando la pelota a Los Tigres en el Parque del Seguro Social en México. De ahí viene la palabra Monina, por Américo, y Alejandro la uso mucho en la región con todo mundo. Dentro del beisbol jugaba muy hermoso las paradas cortas, era elegante. A mí me enseñó mucho, ya que era un chamaco cuando jugaba contra él. Cuando llegaba a segunda embazado, me decía algunos secretos del beisbol, era hitero, corría mucho, se barría muy fuerte en las bases, eso sí una característica del famoso “Chupadedos” era que levantaba mucho el pie y le sacaba filo a los spik’s y había que olvidarse de esas barridas. Fue un pelotero que siempre jugó para los Tigres de Teocelo, participó con muchas selecciones en Xalapa y Coatepec, él se ha de acordar que contra Cines y Teatros de Veracruz, después de muchos partidos, me dio chance “El Negro Lupe” de jugar media entrada en Coatepec y él me animaba mucho, ya que sólo tenía 13 años y venía jugando con Cines y Teatros, el “Huevo” Guillermo Álvarez y el zurdo, Alfredo Ortiz.

No me resta decir más que ojalá Alejandro Andrade esté recuperado y que viva muchos años, pero bien de salud.

Hasta la próxima seguiremos hablando sólo de béisbol…