18 de julio de 2013

LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES PERIODISTAS INCREMENTÓ 300%. CIMAC

Beatriz Mora

Comunicación e Información de la Mujer AC, elaboró el primer diagnóstico en el mundo, sobre la violencia ejercida contra las mujeres periodistas, específicamente el caso México. Al respecto la compañera de CIMAC, Cirenia Celestino Ortega, nos comenta lo siguiente: “En un análisis específico de 2010 y 2011 vemos que la violencia contra mujeres periodistas se incrementó de una forma alarmante. Identificamos dos periodos: el gobernado por Vicente Fox, el segundo por Felipe Calderón. En el primero ubicábamos que había entre uno y cinco casos de violencia, no había más. Y a partir de que entra esta guerra contra el narcotráfico, la violencia contra periodistas en general aumentó y contra mujeres periodistas también.  Es así como entre 2011 y 2012 se incrementó en un 300 por ciento la violencia cometida contra mujeres periodistas y son los casos que en este informe estamos reflejando. Fue la necesidad de visualizar lo que estaba pasando con las compañeras, pues si bien a ellos también los estaban violentando, la situación específica vivida por las compañera no estaba siendo documentada, no estaba siendo atendida y ante la invisibilización terriblemente no se estaba atendiendo ni previniendo, contrario a todo eso permanecía la impunidad. 

Pudimos acercarnos a las compañeras para documentar su caso. Cabe destacar que hay entidades federativas donde la violencia es tal que es imposible hablar de ella. Las que se consideran de mayor riesgo para las mujeres periodistas son: Oaxaca, Tamaulipas y Veracruz, que en 2011 saltó a la escena como la entidad federativa más peligrosa y donde hoy vemos circunstancias realmente preocupantes. Los casos permiten evidenciar cómo la violencia contra los y las periodistas era ya grave, pero contra las mujeres se acrecienta cuando le añadimos esta marca de género.  Si bien  a ellos también los estaban matando, también los estaban agrediendo, a nosotras lo hacen de distinta forma y es por esta marca de género, es decir, desde la misma asignación de fuentes, el mismo tipo de cobertura que estamos haciendo, se van dando algunas diferencias y esto impacta en los agresores de la mujeres periodistas y en otros elementos que nos permiten ver lo que estaba pasando con ellas específicamente.

En este informe lo que encontramos es que las mujeres periodistas agredidas por lo general eran reporteras, las que andaban buscando la nota y en este caso la línea de investigación que más frecuentemente ha tenido agresiones han sido temas relacionados con gobierno, crimen organizado, temas policiacos, trata, derechos humanos,  desvío de recursos, y todo lo anterior vinculado con el Estado y con funcionarios.  Lo anterior encuentra una razón fundamental en la división sexual del trabajo; durante mucho tiempo eran los hombres quienes iban a las coberturas importantes o peligrosas en esta asociación cultural de lo masculino con lo valiente y lo fuerte, entonces ellos salían a cubrir el narcotráfico, a cubrir asuntos internacionales, lo que se consideraba de mayor interés.

Mientras que las compañeras se siguieron quedando en sus redacciones, relacionando lo femenino con más cuidado, que las compañeras deben estar más resguardadas y en este sentido ellas se quedaban en las redacciones a cubrir fuentes sociales y es como encontramos una relación directa entre estas fuentes que estaban cubriendo los agresores y los temas que cubrían, y los temas de corrupción, donde la reportera va directamente a entrevistar al funcionario por ejemplo, a hacer investigación donde están coludidos funcionarios públicos, en esta cobertura donde ella está dando la cara todo el tiempo. Entonces ahí es donde identificamos nuevamente a las reporteras como el eslabón más débil de esta cadena periodística, son las que están saliendo a las calles dentro de estas ciudades violentas; ellas son las que están siendo violentadas en un setenta por ciento más o menos; las directoras, las columnistas en otros cargos dentro de sus medios pues no eran tan violentadas como ellas.

Hemos ido desarrollando metodologías con perspectiva de género pues no las había, y de esta forma tenemos protocolos mínimos de seguridad para las compañeras periodistas; qué hacer, formas de cuidarte cuando vas a cubrir, a hacer alguna entrevista, en tu camino diario y lo que es muy importante es cuidarnos una a la otra, si estás aislada estás en mayor situación de vulnerabilidad, esto te coloca en riesgo, vas a ser muy fácil de ser violentada. 

Es grave el contexto político, el contexto social, el número de casos que tan frecuentemente están sucediendo de compañeras, también en el tipo de violencia que se está cometiendo contra ellas. Durante mucho tiempo eran amenazas, llamadas telefónicas, correos y hemos visto que ya están documentados once casos de feminicidios contra mujeres periodistas. Todos estos elementos hacen que tengamos que reaccionar de esta forma, sobretodo previniendo, y es así como hemos desarrollados estos protocolos de seguridad con perspectiva de género que involucran otra seria de circunstancias que enfrentan las mujeres periodistas, por ejemplo,  que a las compañeras las están amenazando también a través de sus hijos y si ellas tienen que salir de la entidad federativa lo van a hacer con sus hijos, es difícil despegarse de esta parte que es por supuesto sociocultural, osea asignado, tú con el cuidado de la familia, las mujeres siempre en esta parte privada, entonces a la hora del riesgo también por ahí nos pueden amenazar.

No sé si podamos ver una tendencia a la baja de reducción de casos de violencia,  pero lo que sí es que estamos empoderándonos, estamos de alguna forma más fortalecidas para enfrentar la violencia que sabemos está en el contexto. Ejercer el periodismo en algunas entidades es igual a riesgo, entonces estos protocolos dan más herramientas a las compañeras para su cuidado, para el cuidado de sus familias, para estar un poco más seguras al interior y al exterior de sus medios. La violencia contra mujeres periodistas no sólo es eso, no es que a una compañera la golpeara, la asesinaran, implica una violación a nuestro derecho de comunicación, a nuestro derecho a la información, de nosotras y de toda la ciudadanía”.

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