LOS REFRESCOS

Verónica Carrillo

Este artículo empezó por el anuncio de la Coca Cola donde nos dicen que se queman las 149 calorías de una en  envase de 355 ml., si nuestro perro nos saca a pasear o si bailamos…No es por satanizar nada, sólo  que todos debemos tener conciencia de que la moderación en ciertos alimentos y bebidas es indispensable para tener salud:

En un envase de 600 mililitros de refresco tenemos:

Fanta 11 cucharadas de azúcar (c/a), Sprite 10 c/a, Peñafiel  Fresa 5.5 c/a (contiene sucralosa), Orange Crush 4 c/a (contiene sucralosa), Fanta sabor fresa 15.6 c/azúcar, Mirinda 15.6 c/a, Fuze Tea 15 c/a, Delaware Punch 15 c/a, 7-up 15 c/a, Pepsi 13.6 c/a,
Sangría Señorial 13.2 c/a, Dr. Pepper 12.4 c/a, Sidral Mundet 12 c/a, Senzao Guarana 12 c/a, Coca Cola 12 c/a y Fresca 10.6 c/a.

El Poder del consumidor opina sobre los refrescos que “No se recomienda su consumo, de hacerlo, la recomendación es que sea esporádicamente y en porciones pequeñas. Este consumo genera una gran carga a nuestro organismo e incrementa el riesgo de desarrollar obesidad y diabetes, ya que el límite máximo tolerable de azúcar añadida a la dieta establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 10 cucharaditas (por día) para una persona adulta y de 7.5 cucharaditas para los niños.
Es decir, si un adulto consume únicamente un refresco de 600 mililitros al día, rebasa el máximo tolerable de azúcar añadida en un 20%; y cuando un niño toma una bebida de este tamaño, representa 60% más del azúcar adicional tolerable en un día”.

Como consecuencia de falta de políticas públicas frente al alto consumo de refrescos, la nula intervención para regular sus etiquetados y publicidad engañosa, los mexicanos “nos hemos convertido en los mayores consumidores de refrescos en el mundo, con un promedio de 163 litros por persona al año, y a la vez somos una de las poblaciones con mayores índices de obesidad y diabetes, presentando una de las tasas de mortalidad por diabetes más altas a escala internacional”.

Lo que los ciudadanos debemos exigir es la “creación de una política integral de salud alimentaria que incluya la regulación del etiquetado y de la publicidad de los alimentos y bebidas, así como el acceso a agua potable gratuita en los espacios públicos, pues el agua es la mejor opción de hidratación y ayuda al buen funcionamiento de nuestro cuerpo”.

No nos dejemos engañar, ya que las familias mexicanas no compramos un refresco de 355 ml. para toda la familia, nosotros compramos envases de 2 ó 3 litros para acompañar la comida o cualquier evento social.

Mejor optemos por consumir agua natural o de sabor preparada en casa donde el consumo de azúcar lo podemos decidir nosotros y no las empresas refresqueras.