1 de junio de 2013

MISIÓN DE OBSERVACIÓN RECORRIÓ RUTA MIGRANTE

Foto: Leonardo Herrera

Azalia Hernández

Una Misión de Observación recorrió los lugares de mayor riesgo para migrantes en Veracruz, Tabasco y Chiapas. Su objetivo: recoger testimonios de violaciones de derechos humanos a las y los migrantes en tránsito por México hacia Estados Unidos. Del 24 al 27 de mayo de 2007 caminó espacios considerados focos rojos pero también donde existen organizaciones de apoyo a migrantes: La Patrona, Acayucan, Cosoleaque, Coatzacoalcos, Las Choapas, en Veracruz; Chontalpa y Villahermosa, en Tabasco; Palenque, en Chiapas, y Tenosique, en Tabasco.

En las redes de internet encontramos el seguimiento puntual escrito desde los protagonistas de este recorrido o reconstruido por periodistas en su mayoría de medios libres, independientes y críticos.
La tragedia humanitaria que los gobiernos han intentado ocultar y los medios comerciales han invisibilizado, es documentada por el Movimiento Mesoamericano Migrante. A manera de informe preliminar entregado el día 28 de mayo a una comisión de senadores, dieron a conocer: “Bajo un calor húmedo y al rayo de un sol infernal, la misión volvió a presenciar lo de todos los días: Jóvenes, en su mayoría menores de 30 años, viajando en las condiciones más inseguras e indeseables. Los cálculos de la misión de observación oscilan entre 1,000 y 1,500 las personas migrantes viajando en el tren. Era impresionante verlos trepados o colgando de las escalerillas, estirando las manos en búsqueda de agua o de cualquier alimento.”

A su paso desde Amatlán de los Reyes hasta la frontera con Guatemala las historias de secuestros, asesinatos, desapariciones masivas, violaciones, extorciones, impunidad y más, quedaron al descubierto.

La corrupción, la omisión y la complicidad de las autoridades no se pueden negar. Rubén Figueroa defensor de derechos humanos, colaborador del albergue la 72 en Tenosique Tabasco declaró a la revista Proceso que: “La violencia y las vejaciones en contra de migrantes entre el suelo tabasqueño y veracruzano se intensificaron durante los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.” 

La  Misión de Observación estuvo vigilada por informantes de las mafias y el gobierno, sin embargo, el miedo se rompió y los relatos caminaron: “Falso que fue una riña” dijeron en Barrancas pobladores desmintiendo a las autoridades. En un comunicado el Movimiento Migrante Mesomericano transcribió y difundió las palabras escuchadas: “Un grupo detuvo a “La Bestia”, a la altura de la comunidad de Las Barrancas, y exigió a cada uno de alrededor de 300 migrantes, entre 100 y 300 dólares por viajar en el lomo del tren. Los atacaron con machetes y con armas de fuego. Los que no pagaban, eran heridos y tirados del tren y muchos otros se tiraron para salvar sus vidas. Se habla de muertos y heridos de gravedad, y se sabe que los atacantes se dieron a la fuga a bordo de unas camionetas negras con vidrios polarizados.”

No fueron las instancias gubernamentales de migración quienes dieron apoyo a los migrantes atacados. A partir de una acción de comunicación comunitaria, el pueblo se enteró y se organizó: “Don Julio Rodríguez, albañil de profesión, quien tiene un sistema de sonido montado en su bicicleta, se dedicó a vocear por las calles lo acontecido y la gente salió de todas las casas para prestar auxilio a los migrantes en desgracia.”

La Misión de observación forma parte de una larga cadena de acciones humanitarias que defensores y defensoras de derechos humanos han llevado a cabo en el sur-sureste del país. Una lucha cotidiana en la exigencia de una migración sin violencia. Esta caravana visibilizó a las y los migrantes, en sus historias de dolor, pero también mostró los crecientes apoyos desde los pueblos organizados ante el vacio de las políticas gubernamentales que sólo apuestan por mayor presencia policiaca pero carecen de programas de atención.

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