31 de mayo de 2013
Y AHORA ¿QUIÉN PODRÁ AYUDARNOS?
Verónica Carrillo
Ante el cuestionable apoyo que pretende otorgarnos la Cruzada Nacional Contra el Hambre de Enrique Peña Nieto, me pregunté si existe algo o alguien que nos pudiera ayudar para evitar que se sigan cometiendo barbaridades como el apoyo que EPN acepta de Nestlé, PepsiCo y Quaker para combatir el hambre en México. Entonces descubrí a la Alianza por la Salud Alimentaria que “agrupa un conjunto de asociaciones civiles, organizaciones sociales y profesionistas preocupados por la epidemia de sobrepeso y obesidad en México, que afecta a la mayor parte de la población, y la desnutrición, que impacta a un alto porcentaje de las familias más pobres, así como los riesgos que presentan estas realidades para la población y la viabilidad sanitaria y financiera de nuestro país”.
En su página de internet describen “estar comprometidos a trabajar en coordinación para demandar al Poder Ejecutivo y Legislativo el reconocimiento efectivo de los derechos de la infancia y a la alimentación, el agua y la salud, mediante el desarrollo e implementación urgente de una política integral de combate a la epidemia de obesidad y a la desnutrición”.
Estas organizaciones civiles y sociales son:
AlConsumidor, Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC); CCESC-DDS; Centro de Orientación Alimentaria (COA NUTRICIÓN); Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA); Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (CONOC); ContraPESO; El Barzón; El Poder del Consumidor; FAN México (Red de acción por el agua, México); Foodfirst Information and Action Network (FIAN México);
Food and Water Watch; Fundación Mídete; Greenpeace; Grupo de Estudios Ambientales (GEA); The Hunger Project México; International Baby Food Action Network (IBFAN México); Oxfam México; Proyecto Planeta Azúl; REDIM; Semillas de Vida; Sin Maíz no Hay País.
La Alianza por la Salud Alimentaria se enfoca en promover una serie de políticas que garanticen la transformación del entorno obesigénico en que vivimos a un entorno saludable, por lo que trabaja sobre 8 propuestas que permitan cambiar nuestros hábitos alimentarios: Alimentos saludables en las escuelas; No a la publicidad dirigida a la infancia; Etiquetado claro en alimentos y bebidas; Acceso a agua potable; Seguridad alimentaria; Impuestos a los refrescos; Lactancia materna y Dieta tradicional.
Para lograr estos objetivos se basan en nuestros derechos: al agua; a la alimentación; de la infancia y a la salud.
¿Cómo podemos participar? Primero estar informados sobre el tema, esforzarse en consumir alimentos naturales y no en procesados, evitar absolutamente el refresco embotellado y mejor elaborar aguas frescas, apoyar en todo lo que se pueda la lactancia materna y ya si no es mucha molestia unirse a la Alianza por la Salud Alimentaria en http://alianzasalud.org.mx/.
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