Azalia Hernández
El periodismo es un oficio en descrédito, visibilizado como parte de la maquinaria usada por los gobernantes para someter y despojar. Sin embargo, entre quienes siguen las noticias en las calles hay quienes hacen su trabajo de manera honesta, crítica e independiente. Una de ellas fue Regina Martínez, reportera con capacidad para romper el silencio y cuyo compromiso social es reconocido en el estado de Veracruz por las organizaciones a las que dio cobertura informativa.
Durante el acto público “En Defensa del Periodismo”, el 28 de abril, en Plaza Lerdo, el Movimiento Agrario Indígena Zapatista reconoció que Regina Martínez: “Hacía política por medio de su escritura, por eso la mataron. A un año de su muerte recordamos que Regina Martínez dio voz a los sin voz. Con su pluma como principal herramienta luchó por dignificar y evidenciar la realidad de los más empobrecidos: los campesinos, los indígenas, los obreros; de los mutilados de esperanza por un sistema neoliberal impuesto.”
MAIZ a manera de homenaje a la periodista expresó: “Como organizaciones ciudadanas, reconocemos el valioso aporte que dio publicando y evidenciando nuestras demandas.” “A gente como Regina hay que agradecerles su trabajo, su entrega desinteresada, su denuncia pública de las fechorías que cometen los que detentan el poder en este estado. Ya que son pocas las voces críticas como las de ella que se atreven, que se arriesgan, que no se callan, que no se amedrentan y se preguntan ¿Hasta cuándo? ¿Por qué se les permite? Ella contagiaba, su lectura indignaba, provocaba reacciones, incomodaba, por eso la mataron.”
El Frente Democrático Oriental de México, a través de un comunicado circulado en internet, recordó la labor ética de la corresponsal de Proceso: “Cubría de forma veraz y oportuna las notas de hechos de represión en la lucha por la recuperación de tierras, de indígenas presos y desalojos violentos que cometieron policías estatales, pistoleros a sueldo de los caciques regionales en comunidades de los municipios huastecos de Benito Juárez e Ixhuatán de Madero; la organización y lucha de los pueblos indígenas de la sierra de Zongolica; reportajes de las condiciones de pobreza, marginación y miseria de las sierra de Santa Martha y de Papantla; las luchas obreras, comerciantes ambulantes, de colonias populares del centro del estado; el auge electoral 1988 y la irrupción zapatista de 1994; denunció la corrupción y tráfico de influencia en los tres órdenes de gobierno, respecto a esto documentó y denunció a políticos de la crema y nata veracruzana de los políticos y funcionarios de oficio como Alejandro Montano y Reynaldo Escobar.”
Regina Martínez ejercía un periodismo con dignidad, la caminata para exigir justicia por su asesinato es testimonio de no ser ella la única periodista con compromiso social en el estado de Veracruz. La invitación desde una de las oradoras fue: “No podemos permitir que el silencio siga avanzando. Necesitamos levantar la voz, unirnos, defendernos, volver a sentirnos orgullosos de lo que hacemos, ni los medios, ni los gobiernos, ni ninguna autoridad puede romper el vínculo que tenemos la prensa con los ciudadanos”.
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