Carlos Lucio
La ciudad amaneció tapizada de espías.
Una nube de mujeres y hombres recorren cafés, restaurantes, hoteles, bares, bibliotecas, partidos políticos, asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales, asociaciones religiosas, recintos culturales y sitios frecuentados por periodistas, comunicadores y políticos de la izquierda, del centro y de la derecha.
La misión de éstos sujetos consiste en detectar lugares más concurridos por personajes vinculados al turbio mundillo de la política, la economía y la sociedad. No existe desayuno, café del mediodía, comida, cena o tugurio, en donde-se dejen ver de manera deliberada o accidental.
EL trabajo de estos ciudadanos no es del todo se-creto, puesto que prestan servicios profesionales o improvisa¬dos a instituciones públicas o corporaciones privadas. La nómina del gobierno los clasifica con el rango de "investigadores políticos", también se les conoce con el despectivo "orejas", por el supuesto de que se dedican a escuchar monólogos y diálogos ajenos.
En años idos se les denominó "informantes" y en la actualidad se les conoce en el mercado libre con el sofisticado nombre de "asesores en materia de inteligencia aplicada".
Se ignora si estas damas recatadas y pulcros caballeros conocen el suelo que pisan durante las 24 horas del día de cada semana. EL trabajo de los espiar evidentes y de la inteligencia cuestionada, corresponde al realizado por cualquier reportero local, regional o del centro del país.
Aunque las rutinas de los "espías" tienen puntos convergentes con las del periodista, la función de cada uno es diferente.
Analicemos.
Espía es la persona que se dedica a observar o es cuchar para conseguir información reservada o secreta, mediante el soborno o el chantaje, y después, utilizar en objetivos transparentes y mucho menos democráticos, sino que con frecuencia se llega a la agresión física o psicológica, o en el último de los casos, el asesinato.
El reportero sintetiza, jerarquiza y publica información sobre acontecimientos reales o supuestos de interés general, luego de consultar fuentes, verificar datos o recibir testimonios verbales, escritos o documentales.
Mientras que el concepto de inteligencia abarca la capacidad de entender, asimilar y elaborar información, y más tarde utilizar en la solución de algunos problemas de carácter político, económico o social.
Howard Gardner, psicólogo estadounidense, sostie¬ne en su "Teoría de la inteligencia múltiple", que es la capa¬cidad de entender y solucionar problemas de cualquier orden, definición o circunstancia.
Los modernos seguidores de Ian Lancaster Fleming creador de James Bond, el agente 007, el único con licencia para matar, a pesar de que adolecen de muchas y variadas limita¬ciones básicas, todavía tienen el coraje de presumir sobre in¬tercepción avanzada de telecomunicaciones, ingeniería social, de equipos de espionaje en sistemas de telecomunicaciones, internet y cómputo de última generación.
Sería instructivo que los "espías" del sistema métrico decimal, en sus ratos de ocio, que por lo visto, oído, leído y razonado, son muchos, echaran ojeada, sólo una y nada más que una, a la versión en bambú de El Arte de la Gue¬rra, obra maestra de la estrategia escrita por el legendario general Sun Tzu, hace más de 500 años antes de Cristo.
Esta obra está considerada por expertos en la materia como el antecedente más antiguo no sólo sobre cuestion¬es del orden castrense, sino también del espionaje.
También sería pedagógico que los aspirantes a "espía", prestaran una poquita de atención al capítulo "Sobre la concordia y la discordia", que habla sobre el arte, la ciencia y la técnica de hacer bien las cosas.
"La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculo. Debe obtenerse de personas, personas que conozcan la situación del adversario. Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable y el espía flotante. Cuando están activos todos ellos, nadie conoce sus rutas, a esto se le llama genio organizativo, y se aplica al gobernante".
Damas distinguidas y respetables caballeros, antes de espiar inspirados en las demoledoras series policiacas del canal cinco del Grupo Televisa, S. A. de C. V., consulten EL Príncipe, tratado de doctrina política, escrito por Nicolás Maquiavelo, o para que no se aburran José Fouché, el genio tenebroso, novela biográfica sobre el Ministro de Poli¬cía de Napoleón Bonaparte, de la autoría de Stefan Sweing.
Una de las cualidades del espía es que sea listo con la información y rápido con la mente, leal y discreto. Su misión específica es obtener información privilegiada que pudiera servir al sector oficial o privado, nacional o extranjero.
Así de simple.
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Sólo para tus ojos...
El espía requiere de alta preparación técnica y psicológica, recomienda el Manual de Contrainteligencia de la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
1 comentario:
Tambien deberían investigar los hoteles en veracruz o otros centros turísticos porque debe haber personas escondidas allí seguramente.
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