Oscar León
Terminó el año y el que inicia también viene cargado de situaciones que generan sobresalto entre la comunidad. Por principio de cuentas persiste en el ambiente miedo e intimidación por el cúmulo de retenes militares instalados por doquier, cada vez con mayor frecuencia parando a todo tipo de vehículos a cualquier hora del día o de la noche. Se ha sembrado la zozobra entre la sociedad, transgrediendo el derecho y la libertad de libre tránsito que existe en nuestro país.
Por otro lado, diciembre fue el mes en el que se registró una fuerte alza en los precios de los productos de la canasta básica. Tortilla, huevos, frijol, arroz, carne de todo tipo, y muchos más, que las amas de casa tuvieron que ´padecer en el cierre de año que ya concluyó.
El ayuntamiento ha invertido recursos para hermosear edificios públicos. El palacio municipal, la parroquia, la casa de cultura y la escuela primaria Hidalgo, la Cantonal Benito Juárez, son algunos ejemplos de la instalación de juegos de luces que les hace resaltar su estética de forma asombrosa. Lo lamentable es que primero las hubiesen pintado y/o remodelado, y luego hacerle la instalación de juego de luces, pues lo que resalta es la falta de pintura, el desarreglo del techo y los rayones de los grafiteros…
Hay quejas entre los productores de café, pues lo que se veía como una buena cosecha, se ha observado cómo se derrumba la expectativa de hacer de la cafeticultura una actividad noble y rentable. Primero, la falta de lluvia provoca que el producto tenga menor peso. Por otro lado, los precios del café están cada vez más a la baja. Esto genera decepción y trunca la posibilidad de cambiar la vida de quienes tienen parcela. Por último los robos que están a la orden del día.
Continúa el riesgo entre las personas que fueron reubicadas en la colonia Bicentenario, mejor conocida como el “Hoyo”, pues en la parte alta han tirado los árboles y siguen construyendo viviendas. A decir de los colonos, el permiso fue otorgado por la alcaldesa Rosa López Botello. Con mucho riesgo tanto para los de la parte alta como para los de abajo. Y se espera que el alcalde en turno reubique a los reubicados, o mínimo se construya un buen muro de contención.
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