NUEVO MODUS OPERANDI, PARA ROBAR EN LOS NEGOCIOS
Era viernes por la tarde, cuando en una tienda de artículos religiosos, llega un hombre, de 1.60 de estatura, de complexión robusta, con un bigote poco poblado y una seguridad impresionante, se acerca con las dueña del local y dice lo siguiente: “hola qué tal, mi nombre es Jesús López, vengo del ayuntamiento y la verdad, vengo preguntando si no sabes de alguien que necesite lamina de asbesto, cemento, cal, grava, arena, piedra (todo tipo de materiales para la construcción). La dueña del local dice: en mi colonia necesitan, él le dice que les urge desalojar una bodega, los recursos del nuevo año están por llegar y no puede entrar todo ese material en el nuevo recurso, por eso lo estamos regalando, si sabes que alguien lo necesita, se lo llevamos hasta la puerta de su casa, sólo tiene que pagar el flete…(primer gancho) la dueña/empleada se queda pensando que todas sus palabras son confiables, y bueno, reacciona diciendo, pero es hasta X pueblo. Él inmediatamente dice, no te preocupes hasta allá te lo llevamos, lo que nos urge es sacar el material, es más comunícame con la persona que me va a recibir y ahorita mismo se lo llevamos. (Segundo gancho). Para concretar dice: el camión está aquí afuera, présteme su teléfono para decirle que ya encontramos quién, para que se vaya alistando”. El señor pide el teléfono del local para llamarle a su “amigo”, cosa que nunca sucede, o si lo hace es para ponerse de acuerdo con sus colegas. Una vez que te tenga bien asegurada, con la misma seguridad y confianza con la que llegó te pedirá los datos de la persona que lo encontrará en el lugar de entrega. Tú se los darás y él todavía amablemente te dirá, dígale que vengo vestido de tal y tal forma, dígale mi nombre, dígale que voy en una camioneta Ford blanca, etc. (tercer gancho) Cuando ya esté todo listo te dirá, usted sólo tiene que pagar el flete, ¿cuánto es del flete?, le pedirán mil, mil quinientos pesos, hasta dos mil pesos si usted lo permite. Le pedirá que lo acompañe a pagarlo al palacio de gobierno, será un acto impecable de robo, como perfecto empieza, perfecto debe terminar, si usted lo acompaña llegarán a las oficinas de gobierno, él ya tiene ubicadas todas las posibles salidas, sabe que no hay guardias, sabe que no hay seguridad interna, te llevará con él hasta una oficina donde sabe que nadie, sabe nada y ahí le dirá: “espéreme aquí un momento la oficina está aquí junto” y si usted le da el dinero su acto de vandalismo ha quedado concluido. Lo deja ahí parado y jamás regresa. Parece una historia de ciencia ficción, usted al estar leyendo esto podría decir: sólo una persona tonta caería en este juego, pero créalo éste sujeto con su grupo son personas astutas que trataran de ganar su confianza. Además, cuando usted le pida un celular o identificación él le dirá que lo perdió el día anterior, por lo mismo será difícil que se comunique con él otra vez. Su mejor arma y el punto clave de este modus operandi es: la confianza y la seguridad con la que llega este sujeto. Son varias personas que llegan ofreciendo materiales para la construcción y lo único que necesita es pagar el flete (indicador del modus).
Por lo anterior, asegúrese de pedirle un comprobante, pídale su credencial de elector, su identificación de trabajador en el ayuntamiento, todo lo necesario para saber quién es y asegúrese de no devolverle nada hasta que regrese con el comprobante de pago. Además, no haga caso y denúncielo.
Sandra Torres
Era viernes por la tarde, cuando en una tienda de artículos religiosos, llega un hombre, de 1.60 de estatura, de complexión robusta, con un bigote poco poblado y una seguridad impresionante, se acerca con las dueña del local y dice lo siguiente: “hola qué tal, mi nombre es Jesús López, vengo del ayuntamiento y la verdad, vengo preguntando si no sabes de alguien que necesite lamina de asbesto, cemento, cal, grava, arena, piedra (todo tipo de materiales para la construcción). La dueña del local dice: en mi colonia necesitan, él le dice que les urge desalojar una bodega, los recursos del nuevo año están por llegar y no puede entrar todo ese material en el nuevo recurso, por eso lo estamos regalando, si sabes que alguien lo necesita, se lo llevamos hasta la puerta de su casa, sólo tiene que pagar el flete…(primer gancho) la dueña/empleada se queda pensando que todas sus palabras son confiables, y bueno, reacciona diciendo, pero es hasta X pueblo. Él inmediatamente dice, no te preocupes hasta allá te lo llevamos, lo que nos urge es sacar el material, es más comunícame con la persona que me va a recibir y ahorita mismo se lo llevamos. (Segundo gancho). Para concretar dice: el camión está aquí afuera, présteme su teléfono para decirle que ya encontramos quién, para que se vaya alistando”. El señor pide el teléfono del local para llamarle a su “amigo”, cosa que nunca sucede, o si lo hace es para ponerse de acuerdo con sus colegas. Una vez que te tenga bien asegurada, con la misma seguridad y confianza con la que llegó te pedirá los datos de la persona que lo encontrará en el lugar de entrega. Tú se los darás y él todavía amablemente te dirá, dígale que vengo vestido de tal y tal forma, dígale mi nombre, dígale que voy en una camioneta Ford blanca, etc. (tercer gancho) Cuando ya esté todo listo te dirá, usted sólo tiene que pagar el flete, ¿cuánto es del flete?, le pedirán mil, mil quinientos pesos, hasta dos mil pesos si usted lo permite. Le pedirá que lo acompañe a pagarlo al palacio de gobierno, será un acto impecable de robo, como perfecto empieza, perfecto debe terminar, si usted lo acompaña llegarán a las oficinas de gobierno, él ya tiene ubicadas todas las posibles salidas, sabe que no hay guardias, sabe que no hay seguridad interna, te llevará con él hasta una oficina donde sabe que nadie, sabe nada y ahí le dirá: “espéreme aquí un momento la oficina está aquí junto” y si usted le da el dinero su acto de vandalismo ha quedado concluido. Lo deja ahí parado y jamás regresa. Parece una historia de ciencia ficción, usted al estar leyendo esto podría decir: sólo una persona tonta caería en este juego, pero créalo éste sujeto con su grupo son personas astutas que trataran de ganar su confianza. Además, cuando usted le pida un celular o identificación él le dirá que lo perdió el día anterior, por lo mismo será difícil que se comunique con él otra vez. Su mejor arma y el punto clave de este modus operandi es: la confianza y la seguridad con la que llega este sujeto. Son varias personas que llegan ofreciendo materiales para la construcción y lo único que necesita es pagar el flete (indicador del modus).
Por lo anterior, asegúrese de pedirle un comprobante, pídale su credencial de elector, su identificación de trabajador en el ayuntamiento, todo lo necesario para saber quién es y asegúrese de no devolverle nada hasta que regrese con el comprobante de pago. Además, no haga caso y denúncielo.
Sandra Torres
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