Elfego Riveros
Los municipios de Coatepec, Xico, Teocelo,
Ixhuacán y Cosautlán se están convirtiendo en escenario de los enfrentamientos
entre las fuerzas federales y bandas de la delincuencia organizada, donde policías municipales y alcaldes son hechos a un lado, prefieren esconderse o se niegan a hablar de los
recientes operativos, dejando desprotegida a la población civil.
Durante los tres últimos meses, elementos de
la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y Secretaría de Marina y Armada
de México (SEMAR), han realizado al menos una docena de incursiones en nuestra
región, como consecuencia de la información que reciben a través de los
programas de “Denuncia Ciudadana” y el monitoreo que practican con tecnología
de punta.
Por su parte, corporaciones como la Agencia
Veracruzana de Investigaciones (AVI) y
elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, hacen lo propio en su
ámbito de competencia, realizando pesquisas y aclarando homicidios, pero no
siempre en buena coordinación con las
agencias del Ministerio Público y los titulares del ramo en los ayuntamientos
de la zona.
El hermetismo con el que se manejan las corporaciones federales y la desconfianza
que hay de la ciudadanía hacia policías
municipales y estatales, hacen crecer versiones no confirmadas, rumores y leyendas –como la del Chapo
en Xico-, por medio del llamado “teléfono descompuesto”.
Mediante perifoneo, carros de sonido llegan
desde Xalapa para hacer su agosto, vendiendo ejemplares de
nota roja, aprovechando el vacío de información oficial.
Septiembre
Negro
Aunque el suceso de mayores repercusiones fue
el abandono de 35 cadáveres en el paso a desnivel de la Plaza del Sol –entre
Veracruz y Boca del Río-, el pasado 20 de septiembre, el hallazgo de un policía muerto en el camino hacia El Zapote,
el jueves 1ro de septiembre, mostró el grado de descomposición que hay en las
corporaciones municipales de policía y la posible penetración de la
delincuencia en esos círculos.
Por 50 mil pesos, dos elementos de la policía
municipal de Xico, mataron a quien fuera subcomandante de la policía municipal
de Teocelo. Aunque los autores materiales del homicidio están tras las rejas,
no se sabe aún quién o quiénes son los autores intelectuales de este crimen y
por qué pagarían por eliminarlo.
También, durante la primera semana de
septiembre, los operativos de SEMAR y SEDENA comenzaron a entrar a la zona,
empezando por el puesto de revisión ubicado en el acceso a la congregación de
Pacho Viejo –a un costado de la gasolinera-, donde conductores de vehículos
fueron interrogados, a partir del 6 de septiembre. Nunca se informó de personas
detenidas o vehículos confiscados.
Se presume que por medio de correos
electrónicos dirigidos a esas corporaciones, los soldados y marinos llegaron a
Ixhuacán y comunidades circunvecinas, para tratar de atrapar y desarticular una
banda que se había establecido entre las comunidades de Tlaltetela y Tetlaxca.
“Eran como 30 y los entrenaban en un potrero.
A veces pasaban en una camioneta gris y tenían armas; la gente se asustaba,
pero pagaban buen dinero cuando les llevaban de comer; algunos tenían tatuajes
y se vestían de negro, hasta que llegó el ejército y huyeron por Chicazapan,
Amatla y Xalatla”, refieren testigos, asegurando que la última vez lograron
decomisarles armas, vehículo y dinero.
Otro de los operativos que realizaron las
fuerzas federales, el 12 de septiembre, fue por céntricas calles de Teocelo,
supuestamente para intervenir a personas y negocios vinculados al narcomenudeo.
A su vez, elementos de la AVI y SSP se
llevaron a jóvenes relacionados con diversos delitos, los días 24 y 27 de
octubre, luego de aparatosos operativos sobre la calle Zapaitonal y el Parque
Revolución de esta localidad, respectivamente.
Ninguna de las corporaciones municipales,
estatales ni federales emitieron boletines, ni tampoco se sabe del paradero o
situación jurídica de las personas que resultaron heridas o detenidas en ambas
ocasiones.
Vienen
más operativos
Todo parece indicar que la presencia de las
fuerzas federales continuará en lo que resta del año, pues las pesquisas
arrojan información útil para dar con más cómplices de los delitos de robo,
extorsión, venta de drogan, secuestro y homicidio e incluso por intentos de
“cobro de piso” y “piratería”.
Además, la SEDENA ha promocionado un Directorio para Denuncia Ciudadana, donde se van cuantificando los mensajes que
llegan al correo electrónico denuncia.sdn@mail.sedena.gob.mx
La dependencia reporta, en su página
electrónica, que al 1 de noviembre de este año habían llegado 24,858 mensajes,
con información valiosa que les permite ubicar las localidades de mayor riesgo
para la seguridad.
Algunas de esas denuncias llegan vía
telefónica, al 01 800 8324771 o bien a los correos electrónicos de las
distintas regiones y zonas militares. Para el caso de la zona centro de
Veracruz, opera el teléfono (01 22 8) 8 12 88 18 y el correo electrónico denuncia.26zm@mail.sedena.gob.mx
que corresponden a la VI Región Militar y a la 26/a Zona Militar, con sede
en el Cuartel General de El Lencero, municipio de Emiliano Zapata.
De hecho, durante el mes que termina se han
registrado en distintos puntos de la región sobrevuelo de helicópteros y circulación de
vehículos con soldados y marinos, los días 3, 16, 18, 19, 23 y 26 de noviembre, que arrojan un número
impreciso de detenidos, heridos, muertos y desaparecidos.
Incluso Televisa mostró imágenes exclusivas de una persecución realizada en la parte alta de
Xico, donde se habría suscitado un intercambio de disparos entre soldados y
presuntos delincuentes, sin precisar el resultado del operativo.
Hasta ahora los operativos más espectaculares
y dramáticos han sido tres: el registrado en la carretera antigua
Coatepec-Xalapa –vía Briones-, el 18 de noviembre; el de Ixhuacán de Los Reyes,
del 23 de noviembre; y el que efectuaron fuerzas federales y estatales el
pasado sábado 26 de noviembre, entre las 5 de la tarde y la medianoche, sobre
Llano Grande, Teocelo, San Marcos y Las Puentes.
Sobre lo ocurrido en Briones, se informó que
un comando armado intentó emboscar a tres vehículos oficiales de Gobierno del
Estado, donde personal de seguridad se trasladaba al Colegio Las Hayas, donde
se presume estudiaban los hijos del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Cuatro sujetos resultaron muertos, cuya
identidad aún se desconoce. Se especula que después de ese suceso, el
gobernador y su esposa Karime Macías decidieron cambiar de escuela a sus hijos. Durante casi una semana
el gobernador y su esposa estuvieron fuera de la entidad, sin aparecer en
medios o en actos públicos.
Posteriormente, el 23 de noviembre elementos de
la Defensa Nacional ultimaron a otras cuatro personas en Ixhuacán, de las que
también se desconocen sus generales, en las inmediaciones de dos escuelas
públicas. Versiones no oficiales refieren que se trataba de un grupo ajeno a la
localidad, que se dedicaba al trasiego de droga, extorsiones y secuestros, con
ruta de escape hacia la población de Quimixtlán, estado de Puebla.
Padres de familia que minutos antes habían
acompañado a sus hijos a la escuela, aseguran haber visto el vehículo y a sus
cuatro ocupantes, que fueron sorprendidos por los militares mientras
desayunaban frente a la telesecundaria y cuyos cuerpos habrían quedado regados
dentro y fuera del negocio. Joaquín Eva Colorado, alcalde de Ixhuacán, se negó
a utilizar los servicios de Radio Teocelo, para orientar a los habitantes de la
cabecera municipal, que asustados llamaban a la emisora para preguntar qué
hacer.
Finalmente, vecinos de Llano Grande, municipio
de Teocelo, narraron que desde la madrugada del sábado 26 de noviembre,
comenzaron a llegar miembros del ejército, al parecer por la búsqueda de
sujetos que estarían en unas carreras de caballos; fue por la tarde que se
oyeron llegar los helicópteros y “bajaron” más soldados, “pero aquí no hubo
problema”, dijeron vecinos de la
comunidad.
Entre las 5 y 6 de la tarde, los helicópteros
y vehículos del ejército buscaron a un
sujeto identificado como el “hojalatero” en los alrededores de la colonia Los
Cedros, sin aparentes resultados; fue alrededor de las 9 de la noche cuando ya
sobre la ruta San Marcos-Coatepec, militares y marinos cruzaron fuego con otro
grupo desconocido, que se habían apostado en la parte de las escalinatas del
templo de la Purísima Concepción, de Las Puentes; incluso las balas se
incrustaron en domicilios particulares y en la estatua de bronce del santo
Rafael Guízar y Valencia.
Una ambulancia logró pasar el cerco entre la
estación de bomberos de Coatepec y la desviación al campo deportivo de Las
Puentes, pero fue obligada por los militares a regresarse sin prestar ningún
servicio, alrededor de las 12 de la noche; a esa hora cientos de personas
esperaban poder pasar, algunos a San Marcos, Las Puentes, El Crucero, Xico,
Teocelo, Ixhuacán o Cosautlán y otros de San Marcos hacia Coatepec y Xalapa, ya
que desde las 9:30 de la noche marinos y soldados bloquearon todos los accesos y
salidas para impedir la huida de los desconocidos.
Versiones de medios impresos y electrónicos
divulgaron versiones distintas sobre el número de muertos y heridos, tanto de
los uniformados como de los presuntos delincuentes. Alrededor de las 12:35 de
la noche –de sábado para domingo- salieron de Las Puentes con rumbo a Coatepec
dos “rinocerontes”, vehículos de la Marina y Armada de México, escoltando una
camioneta color blanco con vidrios polarizados, manejada por personas
desconocidas, lo que soltó el rumor de que se trató del escape del Chapo
Guzmán…
Los vecinos de Las Puentes explicaron que el
operativo terminó a la 1:30 de la madrugada del domingo 27 de noviembre, pero entre
4 y 5 de la madrugada del lunes 28 los militares y marinos rastrearon nuevamente calles y predios de la colonia
Rafael Hernández Ochoa, de San Marcos.
Ciudadanos,
indefensos
Consultados exprofeso, alcaldes de la región y
responsables de la seguridad pública municipal, han preferido no hablar de los
operativos, argumentando que no son tomados en cuenta por la SEDENA ni por la
Marina Armada de México, omitiendo su responsabilidad de informar a la población, sobre lo que tienen
que hacer, para no exponer sus vidas o las de sus familiares, cuando dichos
operativos terminan en balaceras con muertos y heridos.
Entre las 9:30 de la noche del sábado y la 1:30 de la mañana del domingo, cientos
de personas fueron bajados de los
autobuses Excelsior y Líneas Unidas, mientras duraba el operativo, y no hubo en
el lugar personal de Tránsito, Protección Civil o Policía Municipal de Xico
o Coatepec, que informara y protegiera
la seguridad de pasajeros que a esa hora pretendían pasar a sus lugares de
origen.
Por la desesperación, el hambre, el frío y el
cansancio, muchos de ellos comenzaron a caminar –alrededor de las 12 de la
noche- sobre la carretera o por veredas y fincas, corriendo el riesgo de ser
confundidos con delincuentes, por marinos y soldados que apuntaban sus armas
hacia lo que se moviera; lo mismo pasó con decenas de personas de San Marcos,
que asustadas por el retraso de la llegada de sus parientes, emprendieron
también la caminata para encontrarlos con ropa abrigadora, comida y bebidas
calientes.
Sólo algunos taxistas y vehículos particulares
–que también se quedaron atrapados por el operativo- aceptaron prestar el
auxilio a niños, jóvenes y señoras, acercándolos los más posible a sus domicilios.
Autobuses de la línea Excélsior, también
aceptaron cubrir, aunque de forma inusual, la ruta a Cosautlán, dejando
pasajeros en Teocelo después de la 1 de la mañana del domingo; era gente que
había salido de sus trabajos desde las 8
de la noche, el sábado 26 de noviembre.
Jóvenes:
el Ejército de Reserva… de la delincuencia organizada
Como en otras partes del país, la delincuencia
organizada está reclutando a jóvenes sin escuela ni trabajo, para que ganen
dinero fácil haciendo las veces de “halcones”, “cobradores”, “jefes de turno”,
“auxiliares”, “pagadores de policías y autoridades”, según se desprende de las
declaraciones de Claudia del Carmen o
Consuelo Sáenz Márquez, detenida el pasado 25 de octubre en Córdoba, que tenía
bajo sus órdenes a Manuel de Jesús Hernández Becerra o Rogelio Sebastián
Gutiérrez Jiménez (a) Fashion –de
apenas 30 años de edad-, identificado como el contador de “la Plaza de Xalapa”
Muy cerca de Córdoba, otro operativo logró la
captura de otra banda, en Fortín de las Flores, el pasado miércoles 16 de
noviembre. Mediante boletín de prensa la Secretaría de Marina detalló que se
trató de 14 miembros de los Zetas, la mayoría jóvenes.
De acuerdo a las pesquisas de la AVI en
municipios de esta zona, también son jóvenes en su mayoría, quienes están
relacionados con bandas que se dedican al secuestro, extorsión telefónica,
cobro de piso, narcomenudeo, robo y piratería, quienes en su lucha por
controlar territorios, son capaces de efectuar ejecuciones, como la del Bar “El
Embrujo” el pasado 18 de noviembre, a plena luz del día en Teocelo.
Esta semana dos declaraciones alertaron a la
sociedad y a los tres niveles de gobierno, sobre la manera en que la
narco-delincuencia también está reclutando a niñas y adolescentes, de entre 12
y 17 años, para que sirvan como “sicarias”, “halcones” y “esclavas sexuales” de
los capos.
Así lo denunció Teresa Ulloa, de la agrupación
ciudadana “Defensoras Populares”, que se dedica a combatir el tráfico de
Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, quien ha documentado al menos
800 casos de desapariciones de jovencitas.
Por su parte, la Oficina de Comunicación
Social de la Arquidiócesis de Xalapa emitió el domingo 27 de noviembre un comunicado en el que se
juzga la indolencia de los tres niveles de gobierno y la insensibilidad de los
partidos políticos sobre la situación actual, al mencionar que :
“En nuestro contexto social, la desesperanza del pueblo
está relacionada con varios factores. Se relaciona con el desencanto hacia las
autoridades que no han logrado crear mejores condiciones de vida; privilegiando
los intereses de sus respectivos partidos políticos (que) han dejado al margen
las angustias y necesidades del pueblo, que cuestiona los bajos resultados de
la administración pública, por el aumento de la pobreza, el desempleo
galopante, la corrupción, la falta de oportunidades de formación y desarrollo
para los jóvenes y el crecimiento de la violencia”.
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