INDIGNADOS, EN EL CENTRO DE NUEVA YORK

Francisco J. Cid
(Corresponsal en New York)





Sofía Gallisa tiene 25 años, llegó a Estados Unidos a los 15 años de edad, desde Puerto Rico, fascinada con la ciudad. Sin embargo, nos comenta que conforme pasó el tiempo se empezó a decepcionar de la situación que vivía. Espera que este movimiento sea una motivación para los jóvenes, motivación que actualmente no ve.

Sofía no tiene filiación política, trabaja por su cuenta como productora de videos y tomando fotos. Está desde el primer día de protesta. Dice: “llegamos a manifestar nuestra inconformidad contra el sistema capitalista actual con seis amigos más; caminamos alrededor de estas calles del bajo Manhattan con algunas pancartas y vimos a varios grupos más de personas haciendo lo mismo. No teníamos una dirección, sin embargo, al pasar las horas se acercaron a nosotros otros grupos indicándonos que nos reuniéramos para que se sintiera más la fuerza. Así nos llegó la sugerencia de usar una plaza y se nos dijo que la zona conocida como Zuccotti Park era la elegida. Caminamos y efectivamente al llegar la gente se  empezó a juntar aquí; así es como se toma esta plaza; eso fue el 17 de Septiembre.

“Los primeros días me quede aquí a dormir con mis amigos en el parque, ahora ya no lo hago pues hay muchas personas que tienen más tiempo que yo, ellos pueden estar todo el tiempo aquí y evitar que las autoridades nos saquen y diluyan nuestro grupo. Llevo siete años esperando una oportunidad como esta donde expresar mis ideas, es un movimiento que no busca el beneficio de uno, sino el bien común. Tenemos “Principios de Solidaridad”, que es una lista de las demandas generales, a las que llegamos mediante un proceso democrático y son:

• Entablar una democracia directa, transparente y participativa
• Asumir responsabilidades a nivel personal y colectivo
• Reconocer los privilegios inherentes de cada quien y la influencia que estos tienen sobre todas las interacciones
• Ayudarnos los unos a los otros para luchar contra cualquier forma de opresión
• Redefinir la manera en que se valora el trabajo
• La santidad de la privacidad individual
• La educación como un derecho de todos los seres humanos
• Esforzarnos en practicar y apoyar la implementación amplia de una política transparente
• Nos atrevemos a imaginar una nueva alternativa sociopolítica y económica que ofrezca mayores posibilidades de igualdad.

Itamar Lilianta, tiene 19 años de edad, es de México DF, es humanista y no tiene filiación política. Es estudiante de la Academia de Artes en la Universidad de New York. Dice: “estoy aquí desde el primer día, que fue el 17 de Septiembre. Después de celebrar la Independencia llegué a las protestas, todavía con la cruda encima, jajá. Estoy aquí desde el primer día y no pienso faltar. Los primeros días dormía aquí en el parque, actualmente no, por las funciones que realizó en el grupo. Apoyo esta protesta para cambiar las cosas que actualmente están muy mal en el mundo y éste es el mejor lugar para lograrlo. En este momento no hay demandas específicas en el movimiento, se están estudiando varias propuestas para presentar un pliego de demandas.

Este movimiento se nutre de todo tipo de personas, desde menores de edad, llevados por sus padres; estudiantes, trabajadores de todo tipo, amas de casa, doctores, abogados, ingenieros, hasta uno que otro abuelo/(a). Caminando se sentía el olor de la marihuana, pregunte a Sofía acerca de ello y me indicó que se trata de evitar en la medida de lo posible, sin embargo no se limita a nadie sus gustos y expresiones, es pues una decisión personal.

El movimiento lleva recaudados más de 300,000.00 dólares en donaciones que han llegado de todo el mundo, los cuales se están usando para imprimir folletos y sobre todo pagar abogados para liberar a los detenidos por la policía. En el puente de Brooklyn se realizaron más de 700 detenciones. Al enterarse la gente llegó en mayor cantidad a apoyar el movimiento, así como a llevar comida, agua, productos de higiene personal, computadoras y muchos libros, los cuales son gratis para que la gente lea. Es también un lugar para expresiones artísticas de todo tipo. Este lugar se ha convertido en una atracción turística más de la ciudad, los organizadores dan la bienvenida a la gente con la esperanza de que se lleven el movimiento a sus lugares de origen y se extienda.