31 de agosto de 2011
EN VERACRUZ POR FIN SE TIPIFICA EL FEMINICIDIO COMO DELITO
Por: Beatriz Mora
El pasado 23 de agosto, Veracruz se convirtió en el séptimo Estado de la República Mexicana que tipificó el feminicidio como un delito. Antes lo hicieron Guerrero, Tamaulipas, Guanajuato, Morelos, el Estado de México y el Distrito Federal.
La reforma aprobada define al feminicidio como la forma más grave de violencia contra las mujeres que implica una muerte violenta por razones de género –es decir sólo por ser mujer-, en donde el cuerpo de las víctimas sea tirado en algún sitio público, cuente con lesiones infamantes hechas antes o después de la muerte.
Penosamente, Veracruz ocupa el quinceavo lugar en asesinatos a mujeres por su condición de género. En el año 2010 hubo una serie de asesinatos en el Municipio de Isla, además de los crímenes aislados que ocurren todos los días en los diferentes municipios del Estado. Por el hecho, Margarita Guillaumín, entonces diputada, le pidió a Reynaldo Escobar, Secretario de Gobierno en aquél momento, que declarara la “Alerta de Género” en esa zona, la cual representa un mecanismo gubernamental para solucionar este problema. La respuesta fue que no, porque ésta medida podía alejar al turismo…
En los últimos meses hemos informado de los feminicidios ocurridos en Xalapa y Coatepec. En la mayoría de los casos los asesinos son las parejas, ex parejas, familiares y conocidos. También en la mayoría de los casos nos enteramos de esta noticia a través de la “nota roja”, en donde se maneja esta información de manera sensacionalista y algunas veces justificando el hecho, y no como un asunto que es de vital importancia.
Afortunadamente, aunque de manera tardía pero oportuna, el Congreso Veracruzano aprobó por unanimidad la reforma que tipifica el delito de feminicidio con una pena de entre 40 y 70 años de prisión para quien lo cometa, así como sanciones que van desde la inhabilitación hasta la cárcel, para las y los servidores públicos que desatiendan las denuncias de violencia de mujeres.
Con la aprobación de la reforma, se incluirá la creación de un banco de datos de ADN, en el que se guardará la información genética de las víctimas que sean encontradas y que no cuenten con identificación, para que con ello sea posible identificarlas de manera inmediata en cuanto sus familiares las busquen.
Cabe mencionar, que la mayoría de las víctimas sufren ciclos de violencia incluso por más de 20 años, hasta que son asesinadas; en muchas ocasiones los asesinatos presentan signos de violencia sexual y tortura; y sus cuerpos son abandonados, quemados o mutilados para desaparecerlos. Además, son crímenes que se pudieron haber evitado si las instituciones –estado, familia, iglesia, estado y medios de comunicación- hubieran actuado a tiempo. Esto porque culturalmente y de manera incorrecta, se piensa y actúa bajo la premisa de que las mujeres somos una propiedad de poco valor a la que se le puede golpear, insultar, violar, torturar, matar y desechar.
Teresa Incháustegui, Diputada Federal y Presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios, ha declarado que a las mujeres se les asesina sin importar la Entidad Federativa del País, pero en ningún lugar se les asesina con tanta saña como en Veracruz… Lo importante ahora será que la ley se cumpla, y más allá de eso, será fundamental la aplicación de medidas de prevención para que estos crímenes se acaben.
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