1 de mayo de 2011

HABLANDO DE MUJERES

Por: Beatriz Mora



El pasado sábado 30 de abril, celebramos como cada año, el día de la niña y el niño.

Los medios de comunicación, la escuela, la iglesia, el estado, la comunidad y las familias (tradicionales o no tradicionales), podemos “reeducar” a niñas y niños para transformar situaciones. La desigualdad de género, es una situación de opresión y violencia heredada, aprendida, transmitida, normalizada y perpetuada, pero que afortunadamente puede ser cambiada gracias a la educación.

Este puede ser un magnífico regalo de vida en la infancia, que repercutirá favorablemente en las relaciones equitativas entre hombres y mujeres, sin importar la condición de género. A continuación algunas situaciones cotidianas que podemos ir construyendo y transmitiendo:


  1. Niños y niñas deben tener la misma oportunidad de estudiar y no pensar que no es importante que las niñas lo hagan pues tarde o temprano se casarán y las mantendrán.
  2. Niños y niñas pueden elegir la carrera que deseen sin preenjuiciarnos con que hay trabajos propios para mujeres y propios para hombres, lo mismo aplica para los juegos y los colores. Estos factores no determinan el ser más o menos mujer u hombre.
  3. Niñas y niños deben ayudar a las labores del hogar. Esta no es una tarea “propia de las mujeres”
  4. Que la violencia contra las mujeres no es justiciable por ninguna razón y que se debe abandonar la idea de que las niñas son inferiores o más débiles o más tiernas e indefensas.
  5. Que los niños NO tienen que ser violentos, ni rudos, ni agresivos, ni valientes para ser hombres; por el contrario, pueden llorar, ser cariñosos y demostrar sus emociones sin que eso los haga menos varoniles.
  6. Que no es necesario que los niños se peleen con otros niños o que los molesten; que jueguen con armas o deportes rudos, que ingieran alcohol y andes con varias mujeres para demostrar su hombría.
  7. Que las mujeres pueden elegir ser madres o no, pues no es una obligación en su vida.
  8. Que los hombres no están determinados a mantener económicamente el hogar, las mujeres también pueden hacerlo.
  9. Que la crianza y el cuidado de los hijos y las hijas; deben involucrar igualmente a padres y madres, incluso aunque no vivan junt@s. No es responsabilidad única de las mujeres.
  10. Que el divorcio es una opción si la relación ya no funciona.
  11. Que la diversidad sexual son opciones de vida y deben haber respeto y tolerancia ante estas.

En conclusión, que niñas y niñas deberían tener los mismos derechos y oportunidades, sin importar su condición de género.

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