30 de marzo de 2010
Se entregan casas a habitantes de Barranca Grande, pero están incompletas
Reyna Melchor
Después de año y medio del derrumbe de Barranca Grande y Villa Nueva, el 10 de marzo, habitantes de estas comunidades recibieron de personal de Invivienda las llaves de sus nuevas casas. También estuvo el comité de vivienda. Al entregar las casas, revisaban si había algunos detalles por arreglar, ya que a esa fecha no todas las casas estaban terminadas por completo. Los beneficiarios firmaron de recibido constando así que son propietarios de las casas, pero será en cinco año cuando les entreguen escrituras. Se estima que a la fecha un 70% de los habitantes de Barranca Grande se encuentran en el predio y el resto aún sigue en la comunidad. En el caso de los habitantes de Villa Nueva, sólo dos familias están habitando las casas, los demás han iniciado a llevar sus pertenencias.
Sin embargo, los habitantes no cuentan con todos los servicios. Carecen de luz pública, pues deberán realizar su contrato ante CFE y se habla de un pago de $500.00, cantidad que no tienen. Por el momento se alumbran con velas, pues desde el 23 de marzo anunciaron que les conectarían el servicio pero no fue así. Por otro lado, aunque hay agua no hay tanques o lavaderos, ni todos tienen láminas para sus cocinas. Los habitantes ya utilizan el drenaje, pero la planta de tratamiento no está funcionando porque no hay luz eléctrica.
Preguntamos a algunos vecinos qué significa para ellos dejar su comunidad e irse a otro lugar. Don Francisco Guzmán responde “para nosotros ya está bien aquí aunque nos hace falta nuestra cocina pero no tenemos lámina, a dónde la agarramos”. Considera que por razones partidistas no les dan apoyos a todos y señaló al Agente Municipal, Isidro García, de haber recibido lámina cuando ocurrió el desastre y no las repartió. Doña Sara Matla Hernández dice sentirse contenta a pesar de haber vivido durante 50 años en Barranca Grande. También pide apoyo de láminas para su cocina, pues cocinan al aire libre.
Don Bartolo Chama Anell dijo estar contento aún cuando extraña su comunidad; recalca la necesidad de los servicios y muebles para su vivienda. Doña Juana Aragón, pide les apoyen con láminas para su cocina y vivienda, ya que el material con que se construyó no aguantará mucho, a pesar de que les dijeron tiene garantía de 4 años. Nos comenta: “ahora tenemos una vivienda, pero no hay trabajo, nada de dónde jalar para comer, allá había quelites, aquí no hay trabajo, no hay nada”. Considera que en tiempo de seca estarán en su comunidad y durante las lluvias en su nueva casa.
En otras viviendas se está despegando el techo de la pared, otras presentan cuarteaduras. A decir de doña Demecia Fuentes, no sabe qué hacer, pues apenas se dieron cuenta de esta situación. Las autoridades han enviado a elementos de la policía municipal para resguardar a los habitantes por las noches. En lo referente a educación, los campers que se encontraban en la cabecera municipal ya están en la comunidad, en total existen 6 que atienden primaria y secundaria.
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