30 de marzo de 2010

Marcial Maciel, execrable ejemplo sacerdotal


La Iglesia Católica se encuentra de rodillas, pidiendo perdón, debido a los abusos sexuales cometidos por sacerdotes como el padre Marcial Maciel, fundador de la La Congregación Los Legionarios de Cristo.

En voz del propio papa Benedicto XVI, la Santa Sede ha tenido que reconocer que durante la segunda mitad del siglo pasado, los abusos sexuales contra niñas y niños de colegios religiosos, así como monjas, monaguillos y seminaristas se extendieron por más de 20 países del mundo.

Fue en Estados Unidos donde comenzaron las denuncias desde 1990. Actualmente se sabe que hay en la Unión Americana 4,392 curas católicos acusados de pederastia y unas 10,667 víctimas de abusos sexuales. Aunque 348 sacerdotes ya fueron condenados, al menos 3,300 ni siquiera fueron investigados. De hecho muchos de los acusados ya murieron sin ser juzgados ni por la Iglesia ni por los tribunales.

En Irlanda, país al que se refirió Benedicto XVI en su última pastoral, se estima que el número de víctimas de religiosos pederastas, es de alrededor de 14,500, principalmente niños. En Holanda se han documentado, sólo entre los años 1950 y 1970, 1,100 abusos sexuales. Y este año se han registrado unas 350 denuncias por abusos continuados.

En Australia, al menos 107 curas pagan condenas en prisión por delitos similares y en países como Alemania, Canadá, Brasil, Chile, Argentina, Italia, Suiza y México han comenzado a ventilarse casos de pederastia, no sin la resistencia de obispos, diócesis y arquidiócesis.

El caso de México es especial y ha alcanzado relevancia mundial, pues los Los Legionarios de Cristo son la congregación más influyente en las cúpulas económica, política y religiosa del país, pero su fundador, el padre Marcial Maciel resultó ser un pederasta, alcohólico, con hijos de mujeres distintas.

El padre Maciel fundó la congregación el 3 de enero de 1941 y en 1946 logró visitar al papa Pio XII para pedirle la bendición de Los Legionarios de Cristo

Desde 1997, en México se comenzó a hablar de los abusos sexuales del padre Marcial Maciel, cometidos contra seminaristas menores. Los obispos mexicanos y el propio Vaticano guardaron silencio cómplice, hasta que en 2006 le ordenan retirarse a una vida de oración y penitencia. En 2008 muere en el descrédito, sin haber sido juzgado por los tribunales y menos por la propia Iglesia Católica.

El pasado viernes 26 de marzo, luego de una visita apostólica a México, el papa Benedicto XVI y la Congregación Los Legionarios de Cristo reconocieron lo que ya se sabía 13 años atrás : que el padre Marcial Maciel (que buscaba ser declarado santo) no es modelo de vida cristiana y sacerdotal.

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