30 de marzo de 2010

La sarten por el mango



Obesidad Infantil

Verónica Carrillo

¡De veras! Es un grave, gravísimo problema: niños gordos serán adultos gordos, el sobrepeso grande o chico no desaparece con la edad, sino que se instala y cada vez es más difícil acabar con él…
Hace algunos días estuve leyendo un extenso reportaje sobre el tema en el Diario. Me encantó los comentarios sobre la responsabilidad de los padres ante el sobrepeso y la obesidad, pero no sobre la confusión que tenemos sobre lo que es la comida chatarra.
La comida chatarra es la industrializada, es la que se consigue lista para comerse y que para que se conserve necesita altos niveles de grasa, sal, condimentos, azúcares y aditivos alimentarios (como el glutamato monosódico, para potencializar el sabor y la tartracina, para darle color) que estimulan el apetito y la sed, lo que tiene un gran interés comercial. Son todas las bebidas con sabor y embotelladas, las frituras (papas, chicharrones), las golosinas, la panadería y pastelería (Bimbo, Marinela, Wonder), las sopas instantáneas (Knorr, Maruchan, Cup Noodles, Mizup).
En dicho reportaje también meten a los cacahuates y antojitos mexicanos como comida chatarra. Pero hay que diferenciar.
Los frutos secos como: cacahuates, nueces, pistaches, pepitas, almendras, castañas, piñones y avellanas, además de pepitas de girasol, de calabaza y de sésamo, en dosis moderadas, deben estar presentes en todas las dietas ya que aportan grasas poliinsaturadas que constituyen una buena fuente de energía. Además son altamente proteicas; su consumo debe complementarse con cereales y legumbres, para lograr un correcto equilibrio nutricional.
Excepto las castañas, los frutos secos proporcionan muy pocos hidratos de carbono (entre el 10% y el 20%). Además, están constituidos en parte por las benéficas fibras vegetales que nos ayudan al buen funcionamiento intestinal. Presentan una buena proporción de minerales necesarios y de fácil absorción, como potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio.
Los antojitos mexicanos son alimentos a base de masa de maíz y acompañados de una salsa de chile. Hasta ahí vamos super bien, pero el problema surge cuando los preparamos con abundante grasa y peor cuando se fríen en manteca o con aceite reutilizado: las señoras sabemos que es el aceite quemado...

La famosísima vitamina T: tacos, tamales, tostadas, tlacoyos, tlayudas, además de quesadillas, empanadas, pambazos, sopes, picaditas, panuchos, gorditas, huaraches, salbutes…no siempre son considerados un tipo de comida informal, sino que también llegan a ser un primer plato, entrada o incluso un plato principal en algunas regiones. En las grandes ciudades, el consumo de los antojitos es muy extendido entre la clase trabajadora y representa en ocasiones toda la fuente de alimentos en un desayuno, comida o cena.
Considerarlos base de nuestra alimentación es lo que se convierte en problema porque no aportan los nutrientes necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el mantenimiento de nuestras funciones vitales.
Por ello, se vale comerlos, se vale que los niños (y los adultos) puedan comerlos como parte de la dieta no como la base de su dieta. Cuantos niños conocemos que sus mamás dicen: “es que sólo come gorditas”,”es que sólo le gustan las gorditas”…Pues claro, si es lo único que la señora prepara para dar de desayunar, comer o cenar son gorditas…
La buena nutrición es responsabilidad de nosotras, de las mujeres a cargo de la familia, es nuestra obligación aprender a elaborar una dieta balanceada y por consiguiente nutritiva.

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