Silencio cómplice por fe ciega
Algunos curas y feligreses de la región se escandalizaron porque Radio Teocelo transmitió la serie Otro Dios es posible –en total 100 capsulitas de apenas 3 minutos cada una-; los mismos que durante años guardaron silencio cómplice ante conductas que se apartan de la doctrina y el dogma. Un tal Jesús ya los hubiera reprobado a todos en catecismo.
Manipulados por algunos párrocos inexpertos, temerosos de que se les caiga el negocio de las limosnas y los sacramentos, y cegados por un fanatismo que descalifica a quienes no repiten la letanía de siempre, algunos católicos pretendieron levantar firmas para acusar por ello a la XEYT ante el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, el mismo que le entregó en La Casa de Nuestra Señora de la Paz (La Unión, en Teocelo), una Bendición Papal al gobernador Fidel Herrera Beltrán, el año pasado.
En los años 80`s refundamos el proyecto de la radio, junto con algunos jesuitas, declarándonos una emisora de inspiración cristiana, tratando de significar con ello que no estamos de acuerdo con que papas, obispos y sacerdotes sigan secuestrando al Jesús liberador, que lucren con su iglesia y que además castren la capacidad que tenemos los laicos para transformar estructuras económicas, políticas, sociales y religiosas que domestican y esclavizan a la especie humana.
Desde entonces, venimos alzando la voz - no sin amenazas de excomunión o señalamientos de que la radio es un instrumento del diablo-, denunciando los excesos conocidos por todos pero igualmente callados, en lugares como Ixhuacán, donde un sacerdote tuvo que salir huyendo (en los años 60´s)al verse descubierto por pederastia, y del que se supo años después sería asesinado en el DF, por reincidencia, a manos de familiar de otra persona abusada, que se hizo justicia por su propia mano, ante la impunidad que les da el fuero religioso a quienes se protegen con la sotana.
De esa misma población son los feligreses que tampoco levantaron firmas para pedirle en los años 80´s al entonces Arzobispo de Xalapa, Sergio Obeso Rivera, que quitara de Ixhuacán al padre Jacobo Avila, quien cacheteó a una mujer por simple arranque, pero que gracias a la denuncia por Radio Teocelo fue posible expulsar a cura tan autoritario en aquellos años.
Feligreses como esos, que exigían quitar Otro Dios es posible de nuestra programación, también guardaron silencio cómplice en Cosautlán, ante los excesos de dos o tres párrocos borrachos y hasta con hijos. Fue, otra vez, la XEYT la que hizo posible cambiar de parroquia al padre Montero, asiduo comensal en ese bar que operaba en El Mirador, donde jovencitas bailaban desnudas sobre las mesas de los clientes por unas monedas.
Feligreses así, con una fe ciega y por lo tanto cómplice de lo que no hace Iglesia, siguen recordando con nostalgia la figura del Padre Pepito, del que sin embargo no permiten que se hable de la hija que dejó en Teocelo, ni tampoco alzaron la voz en los años 70´s, cuando la superiora del Colegio Vasco de Quiroga, permitía que monjas bien vestidas y bien comidas, organizaran supuestas tertulias literarias pero en las que conocido padre con dotes de tenor y bohemio escandalizaba hasta en el dormitorio de las internas, algunas de las cuales por cierto conseguían el permiso de las madres para sostener relaciones de noviazgo con hijos de ricos ganaderos del sur de Veracruz, que las asechaban por las fincas del Rancho San Alonso, sin que sus padres estuvieran enterados.
En Xico, la serie radiofónica Otro Dios es posible también fue cuestionada por ese tipo de feligreses, que se ofendieron por algunos de sus capítulos, pero que no se ofendieron por muchas de las actitudes del famoso Padre Pistolas, que subía a las comunidades de las faldas del Cofre de Perote, celebraba misa y después de comer y beber a sus anchas, pedía dormir la siesta pero asistido por alguna jovencita que le sobara la barriga. Esos católicos de Xico, también guardan silencio hoy por el extraño caso del padre Rafael, que presumiblemente a cambio de jugosa cantidad, acaba de casar a una pareja de casados.
Pasajes como estos se viven a diario en parroquias y diócesis de México y del mundo, por lo que la Iglesia Católica tiene que renovarse, abriendo las ventanas para que se ventilen todos los asuntos que le aquejan, incluso pederastia y celibato, pues de otro modo la auténtica feligresía seguirá decepcionándose de casos como el del padre Marcial Maciel, un verdadero demonio con sotana, que utilizó el nombre de Cristo para fundar la congregación religiosa más desprestigiada del planeta.
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