Las semillas y la identidad campesina

Enrique Piedra

Diez mil años de agricultura en México, centro activo de domesticación del maíz, durante este tiempo esta semilla ha dado identidad a nuestros pueblos rurales e indígenas con la madre tierra, el agua, su cultivo, la cosecha, sus rituales, su uso y su consumo.
Esta semilla que sustenta la vida, los haberes y saberes de los hombres del maíz, son libres, con ellos se construye riqueza cultural, diversidad biológica a través del intercambio y está depositada en manos campesinas e indígenas, es lo que debemos cuidar y proteger.
Este policultivo llamado milpa está asociado en diferentes formas y zonas ecológicas, con calabaza, chile, frijol, tomates, quelites, etc. Se encuentra amenazado por la siembra de maíz transgénico.
Cincuenta y nueve razas y doscientas especies de nuestro generoso maíz ( rojo, blanco, amarillo, negro, morado) por sus regiones se identifica en un ambiente pluricultural indígena donde se conocen 68 lenguas nativas y sus 64 variantes, los hombres del maíz, la identidad de nuestros pueblos, no la perdamos, un pueblo sin identidad es un pueblo sin rumbo, sin futuro, algo arrebatado como hoja por el viento.
Por nuestro sustento que cultivan campesinos e indígenas, por nuestra SOBERANIA ALIMENTARIA, salvar nuestros maices, es preservar el futuro, de nuevo y de regreso a nuestros campos nuestros maices nativos o criollos, salvarlo de la amenaza de los transgénicos.
Algunos empresarios agroindustriales junto con funcionarios del gobierno a través de SAGARPA y SEMARNAT a su servicio, con engaños convencen a los pueblos para la siembra de semilla transgénica que contaminarán nuestras razas de maíz, y aplicar la Ley Monsanto, cobrar multas a campesinos que resulten sus milpas contaminadas con el maíz transgénico. Hacernos dependientes al monocultivo intensivo para vender sus paquetes tecnológicos con semilla modificada genéticamente, fertilizantes, plaguicidas y herbicidas.
Defendamos y preservemos la biodiversidad de los maices de ciclo corto, medio, largo y adaptado a diversas regiones y climas, resistentes a plagas, sequia y enfermedades , NUESTRA SOBERANIA ALIMENTARIA .
No al maíz transgénico de transnacionales que acaparan subsidios públicos y controlan su venta y comercialización, no a la siembra abierta en México centro de origen del maíz.
Defendamos la diversidad de nuestros maíces, al Nijmé, Kuxi, Centli, Ixim, Ix´ im, Tlayholi a nuestros campesinos e indígenas, a nosotros los hombres de maíz,