20 de enero de 2010

Mirar lo que esconden


Colectivo Tlacuaches Mojaos

“...por eso los indígenas caminamos mirando hacia abajo.
Dicen los que no saben que es porque fuimos vencidos...
No es cierto, nunca nos vencieron.
La prueba está en que aquí estamos.
Si caminamos mirando hacia abajo
es que vamos mirando bien nuestro camino
para no tropezar, para no olvidar
y para no andar perdidos.”

EZLN. Febrero 25, 2001.

http://www.blogger.com/moderate-comment.g?blogID=2098366322985541455
Dos mil diez inició, pero no tiene nada de año nuevo: ejecuciones, carestía, desempleo, pobreza; igual que en el 2009. Los medios masivos de comunicación, al servicio del dinero, nos presentan “serios” reportajes, encuestas “masivas”, opiniones de “expertos”, foros de “análisis”, disque queriendo explicar la crisis. Sin embargo: nos hacen ignorar la realidad, bueno casi toda pues podemos saber con precisión cuánto miden las nalgas de Alejandra Guzmán pero no sabemos, por ejemplo, ¿cómo es posible que, siendo un país productor de energía –electricidad, gas, petróleo-, nuestro pueblo, nosotros, tenemos cada vez menos gasto para cubrir nuestras necesidades elementales: comer, vestirnos, curarnos, construirnos, etc.?

Nos dicen, “La energía es costosa”, pero no nos dicen que las tierras y aguas base de su producción les costaron una migaja, o ni les costaron: pues fueron territorios cínicamente robados en aras de una supuesta utilidad pública. Al resto del país podrían engañarlos, pero no a las miles de comunidades que sufren las consecuencias de este despojo (para la construcción de presas, ductos, parques eólicos) o del despojo para carreteras, basureros, cementeras, plazas comerciales, aeropuertos, etc.), a ellos los despojados, no podrán engañarlos…… y ellos son miles.

Nos repiten hasta la nausea ,“´producir energía es costoso, los trabajadores ganan demasiado, tienen muchos privilegios, por eso debemos privatizarla”.Y sí, la privatizan y con ello desaparecen los derechos laborales como: seguro médico, antigüedad, indemnizaciones, jubilaciones; es decir derechos ganados con la sangre de los trabajadores que nos antecedieron y por supuesto los precios de los energéticos siguen subiendo. Al resto del país le podrán mentir, pero a quienes conocemos lo que es vivir con el miedo de accidentarte en el trabajo o enfermarte y ser despedido, a nosotros: no nos podrán mentir. Y resulta que los que padecemos esta inseguridad social… nosotros…. somos millones.

Nos amenazan con que “el costo del transporte tiene que subir”, y sube. Pero los choferes siguen ganando una miseria y trabajando turnos inhumanos –y ahora hasta de cobrador la tienen que hacer-; los autobuses son cada vez más viejos y el servicio pésimo. Al resto del país lo podrían engañar, pero al ciudadano común que no tiene más medio de transporte que sus cansados pies, ya no……y somos millones.

Hay uno hoyo en nuestras bolsas que los medios ocultan. Al resto del país pretenderán seguir engañándolo pero a nosotros no. Porque resulta que cada mentira que el gobierno fabrica se materializa en una injusticia, en un dolor para nosotros o los nuestros. Y nosotros, los trabajadores del campo y la ciudad, somos el país: somos los que producimos, los que creamos, los que transformamos todo lo que ellos –empresarios y gobernantes- se roban y disfrutan.

Y pretenden seguir engañándonos: que van “ganando” la guerra contra el narcotráfico; que vivimos en un país “democrático”; que el ejército “respeta” los derechos humanos; que el gobierno “protege” el medio ambiente; que hay empresas “socialmente responsables”; que “vamos bien y viene lo mejor”. Los medios masivos de comunicación nos mantienen informados “minuto a minuto” para que ignoremos una realidad que sin embargo se desborda y no cabe ya en la minúscula pantalla de nuestro televisor. Y no contentos con eso además intentan paralizarnos causándonos un miedo, un pavor generalizado, al frío, al calor, al agua por exceso, al agua por ausencia, a las lluvias, al saludo, a los viajes, nos tienen realmente atemorizados o al menos eso intentan.

Y sin embargo, muy a pesar de sus esfuerzos por mal informarnos -muy lejos de nuestra televisada realidad cotidiana- sigue existiendo con dignidad, la Realidad del sueño zapatista. Ahí, hombres, mujeres, niños y ancianos (pobres, “analfabetos”, indígenas: prescindibles para el mercado porque ni compran ni se venden) han tomado su destino, el de sus pueblos, en sus manos. Ellos, por ellos mismos, deciden y organizan: su gobierno (que manda obedeciendo); su educación (que enseña a aprender para ser libres); su salud (que no es un negocio sino un derecho de todos); su producción (que busca el bien colectivo sin destruir la naturaleza); sus medios de comunicación propios (que son para mostrar lo que otros callan); su cultura (no para dejar de ser mexicanos sino para serlo con dignidad).

Así el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha resistido 16 años de guerra, de ataques militares, políticos, ideológicos y económicos, de cerco, de hostigamiento, de persecución. Hoy 2010, el EZLN ha consolidado la autodeterminación de sus pueblos organizados en 38 municipios autónomos rebeldes zapatistas (MAREZ) y 5 Juntas de Buen Gobierno; y con ellas mantiene su compromiso de cese al fuego ofensivo y su compromiso de insistir en la vía de la lucha política con la iniciativa pacífica de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona: “En el mundo vamos a hermanarnos más con las luchas de resistencia contra el neoliberalismo y por la humanidad. Y vamos a apoyar, aunque sea un poco, a esas luchas. Y vamos, con respeto mutuo, a intercambiar experiencias, historias, ideas, sueños. En México, vamos a caminar por todo el país, por las ruinas que ha dejado la guerra neoliberal y por las resistencias que, atrincheradas, en él florecen. Vamos a buscar, y a encontrar, a alguien que quiera a estos suelos y a estos cielos siquiera tanto como nosotros. Vamos a buscar, desde La Realidad hasta Tijuana, a quien quiera organizarse, luchar, construir acaso la última esperanza de que esta Nación… no muera. Vamos por democracia, libertad y justicia para quienes nos son negadas. Vamos con otra política, por un programa de izquierda y por una nueva constitución”.

“[El poder neoliberal, es decir los de arriba.] nos impone la mirada de su único ojo. No sólo para que nos veamos como él nos ve, también para que lo veamos como el quiere que lo veamos. Y sobre todo nos impone la mirada para ver al otro”. Así, aunque sus noticias anuncien violencia en el sur del pais con zetas y ejército en las calles, aunque sus noticias pregonen leyes indígenas y derechos para los pueblos, aunque sus noticias nos digan que ya no existe el EZLN, que ya tan solo es un recuerdo, nosotros….. los otros, ya escuchamos y aprendimos de los pueblos indígenas mayas, que otro mundo es posible el de abajo y a la izquierda. Vemos que si hay otra cosa. “Vernos, mirarnos, hablarnos, escucharnos hace falta Otros somos, otras, lo otro… Falta más encontrarnos, conocernos falta… Falta lo que falta”

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