
A Teocelo llegue hace 20 años, soy originario de Xaliscuilo, Cosautlán. Vine sólo de paseo, pero fuimos con mi amigo Rafael Morales a ver a don Chico y como me tomé unas copitas y me emborraché, entonces me llevó con su hermana Angelita a que me diera un taquito y ya me quedé a vivir en su casa hasta la fecha.
Mi papá murió hace muchos años, yo lo acompañaba a la barranca a sembrar. Mi mamá murió del corazón años después, y un hermano murió de “azúcar” hace poco. Los tres están enterrados en Cosautlán. Ahora quedamos 5 hermanos, tengo una hermana que es mi cuata.
He trabajado en varias cosas, con don Cesar Martínez, don José y el difunto don Rafael Fogonero trabajé en las fincas haciendo trabajo de campo y cortando café. También trabajé de intendente y haciendo mandados en el correo, un tiempo trabajé en correos de Coatepec, pero me salí porque me regañaban mucho. Además vendía periódicos pero como me dio “azúcar” dejé de hacerlo porque me sentía mal.
La gente me conoce como “Motor” o “Motorcito”, fue el “yayo” el que primero me puso “motor de lavadora” y se me quedó “motor”, pero la gente me dice así de cariño, no me enojo y menos ahora que por la enfermedad no puedo hacer corajes.
Soy muy conocido, la gente me conoce hasta Francia y Estados Unidos porque me escuchan en la radio por Internet. Llevo como 30 años viniendo a la difusora, la vine a conocer y me gustó mucho, me da alegría, me gusta mucho el programa de “Rancheritas”. También me gusta ir a las fiestas de los pueblos, siempre me invitan un taquito, algunas personas ahora hasta me preparan comida especial por mi enfermedad. También voy mucho a la iglesia y a visitar a los enfermos, les rezo y les canto y acompaño a los difuntos hasta el panteón. Soy devoto de Santo Entierro.
Yo me levanto todos los días a las 5 de la mañana, riego las plantas de mi comadre, voy al molino, desayuno como a las 8, ayudo a lavar los trastes porque no se me van a caer los pantalones por eso, le ayudo a Angelita en la casa, voy a la radio a mandar saludos al programa de la Luna y hago mandados y voy a la iglesia todos los días.
Nunca me casé porque tenía que ganar dinero y tener un trabajo para mantener y una casa, además un casamiento sale caro. Me quería una chaparrita, pero nadamás me engañó, y luego me quería una que se llamaba Lucía, me mandaba saludos por la radio, pero me la ganó otro amigo. Me hubiera gustado tener hijos con la que me quisiera. Mi papá me decía que “ya lo que encuentres mijo, aunque no sea bonita pero que te quiera”…
Le doy gracias a las personas que me regalan un taquito y que me dieron para mi medicina y a mi comadre Angelita que es muy buena gente, por eso ya me hallé aquí en Teocelo, ya no me quiero ir a mi rancho…
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