6 de abril de 2008

Revelan Excesos de Párroco en Teocelo

Por: Miguel Mora
Caricatura: Ulises Calderón

Desde que el P. José Castillo Viveros llegó a la Parroquia de la Asunción de María, en relevo de su antecesor Luis Herrera Melo, comenzaron a trascender las diferencias con la feligresía. Primero en las comunidades, posteriormente en el templo parroquial.

Quienes sostienen esta afirmación, corriendo el riesgo de ser señalados, rompen el silencio un año después de esperar en vano la actuación de la superioridad eclesiástica.Y exponen sus quejas :

Cierre del templo y oficinas en días y horarios que la comunidad católica requiere de todos los servicios; suspensión de repiques o llamadas; aumento en cuotas por misas y demás servicios, -sin el recibo correspondiente, en algunos casos- ; uso discrecional de los dineros; actitud prepotente y arbitraria del equipo de personas que llegaron con él a Teocelo, sobre todo del campanero y la secretaria; cancelación de todos los servicios –incluidas misas de cuerpo presente- todos los días lunes; menosprecio por el trabajo de grupos y personas cercanos a la Parroquia; y abierto rechazo a las prácticas y tradiciones religiosas locales.

No sin temor a las represalias o a la confrontación con sus propios hermanos en la fe, los anteriores señalamientos vienen de algunos miembros de la Hermandad del Santo Entierro, Catequistas, Acólitos, Coros, Pascua Juvenil, entre otros. Hay incluso testimonios fuertes de comunidades como Llano Grande y Monte Blanco.

Manifiestan además, en las instalaciones de Radio Teocelo, que durante un año se trató de arreglar el problema en la propia dinámica parroquial y apelando a las instancias correspondientes, toda vez que no es un problema personal con el párroco, sino de orden y trascendencia parroquial. Por eso pedimos a nuestros hermanos que pierdan el miedo para que se oiga nuestra voz y no se cometan más errores en la conducción de nuestra Parroquia.

“Necesitamos un sacerdote comprometido con la comunidad. Con deseos de servir y alentar a los más necesitados y enfermos”, dicen esperanzados feligreses de la localidad, quienes pronto volverán a solicitar la intervención del Arzobispo Hipólito Reyes Larios.

Como se sabe, también en noviembre del año pasado, poco más de 300 personas dieron su firma para testimoniar diversas situaciones que dibujan el estilo personal del P. Castillo Viveros, a quien señalan de cometer errores graves en la conducción de la Parroquia.

Se trata de actitudes, acciones y formas de proceder, que se apartan de los cánones de la Iglesia Católica, como la prepotencia y el trato indigno a los fieles. Además, la impuntualidad e improvisación en los actos litúrgicos, que demeritan la propia imagen del sacerdote.

Advierten que el primer documento de queja fue remitido a Mons. Sergio Obeso Rivera en enero del 2007, que el segundo llegó a manos del actual arzobispo Reyes Larios, en noviembre del mismo año, y que en unos días esperan respuesta a su queja, pues “todos los laicos tenemos derecho a ser escuchados y a que se nos trate con decoro”.

(1 de marzo de 2008)

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