Por: Enrique Piedra
Los Biocombustibles líquidos como el etanol obtenido de la caña de azúcar y el maíz, así como el Biodiesel que se obtiene de la soya, colza y la palma de aceite, son promovidos, desarrollados y serán controlados por empresas petroleras y automovilística como una supuesta solución al problema del cambio climático.
Veamos. Bio significa vida y combustible es sinónimo de alcohol, carbón, gas, gasolina… Analice el siguiente escrito estimado lector, pues en realidad los Biocombustibles nada tienen que ver con la vida.
Los informes señalan que los indígenas son despojados de sus tierras agrícolas, grandes extensiones de bosques se talan para dar paso a plantaciones de soya y palma de aceite. Además, en 2005 la anunciada producción de etanol llevó al alza el precio de algunos cereales: el maíz aumento el 23% en 2006, y obtener 100 litros de etanol para llenar un tanque de automóvil requiere de 240 kilos de este cereal, sin embargo 240 Kilos del mismo sirven para alimentar a una persona durante un año.
Empresas trasnacionales como Cargill y ADM controlan la producción y comercio de algunos productos agrícolas, y los Biocombustibles, que en lo sucesivo llamaremos mejor Agrocombustibles serán la gran la oportunidad para expandir sus negocios y obtener mayores ganancias económicas.
Por otro lado las empresas Monsanto y Singenta adaptan árboles y cultivos para el proceso y producción de agrocombustibles y a la vez incorporar los transgénicos en las plantaciones. La compañía petrolera British junto con Dupont se unen para producir una mezcla de agrocombustibles-petroleo, el Biobutanol para su propio beneficio económico.
En el manejo para producir los agrocombustibles en los sistemas agrícolas se utilizarán las mejores prácticas y tecnología de punta. Estos sistemas pretenden eliminar millones de hectáreas agrícolas rurales y locales, así como a los sistemas agrícolas campesinos e indígenas cuyos cultivos y pastoreo se basan en la conservación sustentable y la biodiversidad. Es en esta última práctica donde se guarda la simiente de conocimientos como un proyecto de gran futuro para la humanidad.
Sin embargo la política mexicana neoliberal y el capital trasnacional sólo se interesan en introducir plantaciones de monocultivos y transgénicos bajo control de estas empresas extranjeras para la producción de agrocombustibles.
Esta sustitución no resuelve el problema del cambio climático y la alimentación. Su expansión de monocultivos causará deforestación, migración de campesinos e indígenas, contaminación del agua y aire por agroquímicos, erosión y salinización de suelos, pérdida de diversidad biológica y por lo mismo calentamiento global.
La producción de agrocombustibles sobre explotan los recursos naturales, lo que traerá consigo la modificación de patrones climáticos y el deterioro de la capacidad de recuperación y manejo sustentable de nuestros ecosistemas.
(16 de febrero de 2008)
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