
Transcripción de la conversación telefónica sostenida entre el empresario textilero Kamel Nacif y el Gobernador de Puebla, Mario Marín, publicada en
-Quiúbole, Kamel.
-Mi gober precioso.
-Mi héroe, chingao.
-No, tú eres el héroe de esta película, papá.
-Pues ya ayer le acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad. Ya le mandé un mensaje a ver cómo nos contesta. Pero es que nos ha estado jode y jode, así que se lleve su coscorrón y que aprendan otros y otras.
-Ya sé, y es que estos cabrones siguen sacando mamadas y mamadas. Pero yo hice una declaración. Fui a la televisión.
-Ah, qué bueno. ¿Allá en México o acá en Puebla?
-Aquí, pero dijeron que la iban a mandar allá. Salió aquí. Y yo en el Milenio le dije, si lo quieres leer, le dije, pus al señor gobernador no le tembló la mano.
-Ni nos tiembla ni nos temblará.
-Pinche bola de ratas. ¿Qué han hecho? Qué asquerosidad es esto, ¿eh?
-No, se sienten Dios en el poder.
-Así es. Yo te hablé para darte las gracias. Sé que te metí en un problema pero...
-No'mbre, a mí me gustan esos temas. Coincido contigo en que, jijos de la chingada, en esos temas... digo... no somos santos, desde luego, pero si alguien tiene pruebas que las presente. Y si no que se calle la boca.
-Oye, pero en algo tan vergonzoso, mi distinguido. Porque es vergonzoso.
-Así es.
-Y yo para darte las gracias te tengo aquí una botella bellísima de un coñac que no sé adónde te la mando.
-Pues a Casa Puebla.
-Yo te la quería dar personalmente, pero estás todo ocupado.
-Mándamela a Casa Aguayo, para echármela.
-¿Te la vas a echar? Pues entonces te voy a mandar dos, no una.

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