16 de abril de 2008

Emilia Anell (Partera Tradicional de Teocelo)


Por: Beatriz Mora

Doña Emilia ha ayudado a traer alrededor de 5000 niños al mundo, 10 ó 15 por mes. La primera vez que ayudó a que un bebé naciera, fue el 8 de marzo de 1960, hace 48 años. Su mamá y su bisabuela también fueron parteras, de modo que heredó el oficio. En aquel tiempo no había centro de salud. Años después vinieron dos médicos: el doctor Enrique Moscoso y el Dr. Quintero, preguntaron por las parteras de Teocelo y fueron a entrevistar y a invitar a su mamá, pues iban a dar cursos en la escuela Luis Hidalgo Monrroy. Doña Emilia aprovechó la oportunidad y fue al curso para aprender el oficio, en aquél entonces tenía 30 años. Recuerda que iba muy ilusionada, llevaba su lápiz y cuaderno, les enseñaban con dibujos. En ese curso aprendió la teoría sobre los partos y la práctica la tuvo con su mamá, doña Angélica Andrade Sánchez.
Para realizar su labor necesita de algodón, alcohol para desinfectar las pinzas y tijeras, gotas para los ojos, guantes, cubre boca, gorra, bata y sobre todo una cama limpia.

En un parto lo primero que hace es revisar a la señora, tocarla para ver si el bebé está bien, si su posición es cefálica; oír el latido del corazón con el estetoscopio de pinar; y preguntarle a la señora si ha ido al centro de salud, si lleva su control; esto para saber que está bien de su presión, de hemoglobina, si no hay infección en riñones o vías urinarias. Luego de saber que todo esta bien pasa al tacto para cerciorarse de los centímetros de dilatación. Después, las prepara, les pide que se bañen para no ocasionar una infección al bebé. Una vez que recibe al recién nacido, con dos pinzas corta el cordón umbilical, hay que ligarle para que no sangre; se limpia bien al niño, se baña, se le ponen gotitas en los ojos, se pesa y mide y se revisa si está sano. En seguida va con la mamá para sacar la placenta, porque muchas veces se queda y hay que maniobrar.

Antes iba a las casas de las embarazadas, ahora sólo atiende en su hogar, ahí tiene todo lo que necesita. La buscan de muchos lugares, de todas las congregaciones de Teocelo, Cosautlán, Limones, Piedra Parada, Barranca Grande, Villa Hermosa, Xaliscuilo, Xalapa. Atendió a una señora de Jesús María y aunque estaba muy cerca de Cosautlán, prefirió buscarla a ella porque conocía a varias personas a las que había atendido y le dio confianza. Cobra según la posibilidad del cliente, a algunas mujeres no les ha cobrado, lo más caro son $400 y lo más barato $100.

Ha atendido por generaciones, a la mamá con 7 u 8 partos y ahora a sus hijas. Recuerda como anécdota a una señora de un rancho que se iba a vivir con ella un mes antes del parto y se iba un mes después de tener a su bebé. También recuerda a otra señora que ya la había atendido 3 veces, pero su trabajo de parto era muy tardado; en el cuarto embarazo le comentó que no le preocupaba el embarazo ni la crianza sino el trabajo de parto que tardaba horas, en ese momento doña Emilia le talló la panza y le dijo que podía percibir que esta vez no iba a tardar y aunque sólo lo inventó la sugestionó tanto que su parto no tardó casi nada. Le gusta que a los partos entren los esposos.

Un parto por mucho debe tardar 12 horas y mínimo media hora, todo depende del organismo. Hay mujeres muy fuertes que aguantan muy bien la contracción, no se quejan, y hay mujeres muy gritonas que con dos o tres centímetros de dilatación ya están a los gritos.

En algunas ocasiones se han presentado complicaciones, eso pasa porque no van al hospital, no llevan control ni se atienden, sólo van cuando ya viene el parto y si el bebé está atravesado o sentado se tiene que trasladar al hospital pues sólo nace con cesárea. Doña Emilia nos explica que es importante que vayan a lo largo del embarazo a verla para que les toque el vientre y sienta si el bebé está bien, de lo contrario las canaliza al hospital para estar seguras de que todo saldrá bien. Desafortunadamente 1 de cada 100 niños mueren, pero no por el parto, sino por malformación o por algún golpe o caída de la madre. Afortunadamente ninguna madre ha muerto.

Doña Emilia constantemente está tomando cursos de la Jurisdicción Sanitaria y la Secretaría de Salud para seguir preparándose y actualizándose, el último curso que tomó fue en Xalapa, en el hospital civil. En los últimos años dentro de la capacitación le pedieron que registrara a cada niño, y cada mes pasa su reporte al hospital de Teocelo, por ejemplo: El 14 de abril de 2003, nació una niña, a las 18 hrs. con 35 minutos, pesó 3kg, midió 50 cm, nombre de la madre: Ma. Angélica Valdivia, de Paso del Obispo, Teocelo. En los cursos que ha tomado le enseñaron a sacar las cuentas y saber cuántos meses tienen de embarazo, pues es muy frecuente que se les olvide a las futuras mamás y se lo preguntan.

Además de doña Emilia, doña Lupe Hernández y doña Basilia Vargas también son parteras de Teocelo.

Sabemos que además de la entrevista que nos dio para “El personaje popular”, la han entrevistado de la Jurisdicción y del canal cuatro más.

Finalmente doña Emilia nos comentó que le encanta su trabajo, ayudar a traer niños al mundo y que quien quisiera podría aprender el oficio, aunque reconoce “hay que tener estómago”…

Felicitamos y reconocemos a doña Emilia por esta labor tan especial que la hace ser un personaje popular de Teocelo. La pueden localizar en la calle Emiliano zapata, número 42.

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