1 de agosto de 2010

LA SARTÉN POR EL MANGO

Por: Verónica Carrillo Curi

EL VEGETARIANISMO

La alimentación está íntimamente ligada a la cultura de cada país o región. Es común escuchar que la comida típica de Italia es la pasta y la pizza, en Estados Unidos las hamburguesas y los hot dogs, en China el arroz y el chop suey, en Japón el sushi. Es una forma útil, pero simplista de describir rápidamente la alimentación de cada región. En realidad existen muchos otros platillos.
En México la comida típica son los tacos, con una gran variedad de rellenos de platillos de carne ¿Entonces cómo acomodar el vegetarianismo en un país como México? El vegetarianismo está en su infancia en nuestro país y debido a nuestros hábitos alimenticios encuentra muchos obstáculos para crecer. Cambiar los hábitos es muy difícil y más en los alimentos, requiere de un gran esfuerzo y de tener una mente abierta a nuevas posibilidades.
El vegetarianismo es una alternativa viable de alimentación. En la India el vegetarianismo es muy común. En la cocina hindú se usan abundantemente las especias, con ellas se logran una infinidad de platillos vegetarianos, en una típica comida vegetariana hindú se pueden saborear de 8 a 15 guisos. Al principio pueden saber muy extraños y en ocasiones pueden ser hasta desagradables pero si uno tiene una mente abierta muy pronto el paladar se acostumbra y se descubre un maravilloso mundo de sabores.
Al comparar culturas y hábitos mi intención no es tratar o insinuar que una alimentación es mejor que otra, intento que haya menos prejuicios y saber que una misma cosa se puede analizar desde varios puntos de vista.
Un vegetariano es una persona que no come carne (ni siquiera de aves) ni pescado o marisco, ni productos que los contengan. Los patrones alimentarios de las personas vegetarianas pueden variar considerablemente. El modelo ovo-lacto-vegetariano se basa en cereales, verduras, frutas, legumbres, semillas, frutos secos, productos lácteos y huevos. El lacto-vegetariano excluye los huevos además de la carne, el pescado y las aves. El modelo vegano (o “vegetariano total” o “vegetariano estricto”) excluye los huevos, los productos lácteos y el resto de alimentos de origen animal.
Otro factor es que los vegetarianos excluyen la comida chatarra de su alimentación. Esto no quiere decir que nunca la comamos, sino que su consumo es limitado. Más como convivencia social, no como parte de la dieta diaria.
Las dietas vegetarianas se asocian con frecuencia a diversas ventajas para la salud, como son niveles más bajos de colesterol sanguíneo, un menor riesgo de enfermedad cardiaca, niveles más bajos de presión sanguínea, un menor riesgo de hipertensión y diabetes tipo 2 y un considerablemente bajo consumo de toxinas. En general, las personas vegetarianas tienden a presentar un índice de masa corporal (IMC) más bajo y tasas de cáncer más bajas. Las dietas vegetarianas tienden a ser más bajas en grasa saturada y colesterol, y aportan mayores niveles de fibra dietética, magnesio y potasio, vitaminas C y E, ácido fólico, carotenoides, flavonoides y otros fitoquímicos. Estas diferencias nutricionales pueden explicar algunas de las ventajas en cuanto a salud de aquellos que siguen una dieta vegetariana variada y equilibrada. No obstante, los veganos y algunos otros vegetarianos pueden tener ingestas más bajas de vitamina B-12, calcio, vitamina D, zinc y ácidos grasos omega-3 de cadena larga.
En las siguientes colaboraciones abordaremos otro asunto. El vegetarianismo no es solamente un asunto de salud, es también la preocupación por disminuir el devastador impacto que provoca la producción de carne de manera extensiva en el medio ambiente.

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