1 de agosto de 2010
EN PALABRAS DE…
MARGARITA GUILLAUMÍN ROMERO
DIPUTADA DE REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL POR EL PRD EN LA LXI LEGISLATURA
La perspectiva de género llega a mi vida por circunstancias personales y a raíz de un elemental sentido de justicia y de respeto a la dignidad de las personas, independientemente de nuestro sexo, de las preferencias sexuales, del color de piel o de las circunstancias de nuestras vidas. Después entro en contacto con personas que están defendiendo los derechos de las mujeres y empieza a ser más elaborado y construido mi discurso, a partir de conceptos filosóficos, antropológicos, sociológicos, psicológicos y hasta médicos, para la construcción de la igualdad entre hombres y mujeres.
Entro al ámbito de lo público por una necesidad y una convicción, me parece que un ser humano no debe depender del trabajo de otro, tenemos que ser autosuficientes, no debemos depender de la tutela de nadie, ni siquiera de nuestros padres; los mejores padres son los que tarde o temprano nos sueltan de la mano. De manera venturosa fui criada de modo que aprendí a ser responsable de mi misma, es entonces que busco mi sustento, trabajo, aporto al sostenimiento de mi familia y hay una dignificación como ser humano y como mujer, entonces la maternidad la asumes de otro modo y tu vida en el ámbito privado también. Vas combinando y adaptando las tareas de la casa y el trabajo. No es sencillo, no es fácil la armonización, y menos aún con el trabajo político.
No ha sido fácil legislar en un congreso donde en su mayoría son hombres, es difícil vencer las resistencias del machismo de nuestra sociedad que está tan arraigado, por muchas estructuras sociales. La mujeres han evolucionado conquistando día a día con mucho esfuerzo y voluntad muy grande, su emancipación, aunque debemos reconocer diferentes grados de emancipación por muchas circunstancias. Las mujeres que están en alto grado de marginación y pobreza tienen obstáculos muy fuertes y cadenas muy gruesas que no hemos logrado romper, y que también es obligación de quien tiene un cargo público para lograr la igualdad y la vida digna.
Hay una mayoría de legisladores y legisladoras prisioneros de conceptos machistas y de una actitud muy conservadora y con muy poco compromiso de la representación y la función pública. No fue fácil convencerlos pero logramos avances en materia de leyes para mejorar la condición de vida de las mujeres veracruzanas, como la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia, la Ley de Igualdad, también logramos armonizar el código penal con una perspectiva de género, congruente con tratados internacionales. Veracruz es el único estado que tiene en su código penal un capítulo con delitos de género. Gracias a Dalia Pérez, Margarita Guillaumín, María de los Ángeles Sahagun, Alba Neolina, Bernardina Tequiliquihua, diputadas de diferentes partidos pero que hicimos un pacto de complicidad para hacer a un lado nuestras diferencias políticas y así legislar con perspectiva de género por el compromiso que tenemos con las mujeres. Pero lo más importante es la riqueza de la sociedad organizada, la presencia en medios de comunicación de vanguardia, como Radio Teocelo, de mujeres que están reclamando sus derechos. En todas, hay en el fondo un reclamo de justicia y de respeto a la dignidad de los seres humanos.
Estas reformas al código penal reconocen que hay conductas delictivas de género que afectan primordialmente a las mujeres. No buscan venganza, no discriminan, buscan el equilibrio, que si se respeta el papel de los hombres se respete también el papel de las mujeres, pues reconozcamos que social y culturalmente provenimos de una tradición donde anteriormente la mujer no podía decidir ni siquiera con quién se iba a casar, no podía votar, no podía ir a la escuela, como Sor Juana Inés de la Cruz, que tenía que vestirse de hombre para poder estudiar. Esto provocó un atraso, un desequilibrio, que la balanza no estuviera en la misma dirección y estaba muy cargada a favor de los hombres, tanto que persisten los desequilibrios, sin embargo, ya hay mucha presencia de mujeres, aunque donde hay un desequilibrio muy marcado es en la política. Creo que lograremos superar estas desigualdades, me quiero morir en la raya, porque tengo una nieta y por ella y todas las niñas vale la pena lo que hacemos. También hay que aplaudir que muchos hombres nos acompañan en esta tarea, aunque también algunas mujeres que decidimos defender nuestros derechos o reivindicar nuestro papel social y político no pudimos sostener nuestros matrimonios, pero son bajas colaterales (risas).
Sobre la ley que se pretendía aprobar en Veracruz, que defendía la vida desde el momento de la concepción, fue una experiencia muy fuerte, que por un lado la viví con impotencia y desesperación, con una profunda indignación, pero con mucho coraje para defender el derecho de las mujeres a decidir libre e íntimamente qué hacen con su vida y con su cuerpo. Por otro lado, la viví con luz y esperanza al sentirnos acompañadas por las personas más inteligentes, por las voces más sabias, más apegadas al conocimiento médico, ético, y esto te hace sentir muy bien, que estás defendiendo lo correcto y adquieres mucha fuerza. Aunque oí voces muy agresivas hacia mi persona y familia, ya ni me enojaba, al contrario, logramos transmitir con respeto, tranquilidad y fundamentos la necesidad de que las leyes de un estado laico respeten los derechos humanos, la vida íntima de todas las personas. Hay que respetar la vida, pero la vida no se ama obligando a las mujeres a tener hijos en contra de su voluntad y de sus posibilidades, yo les pedí en tribuna, permitir que las mujeres que se planteen la necesidad de interrumpir un embarazo, por cualquier circunstancia personal, lo hagan en condiciones de higiene, buena atención médica y de salud para que no se mueran, por vender la falsa idea de salvar la vida de un niño; mejor que el gobierno se encargue de respetar los derechos de los niños que están vivos, de rescatar a los niños de la calle, a las niñas víctimas de prostitución y pornografía, esa es la obligación del gobierno y que dejen en paz la vida de las mujeres. Afortunadamente en Veracruz no se aprobó esta reforma constitucional que era regresiva y absurda.
Por otro lado, el desprecio hacia la condición de ser mujer se está expresando de manera dramática con asesinatos, con feminicidios, porque se cree que son más débiles, frágiles, o se ven como meros objetos sexuales, y tenemos funcionarios como el Secretario de Seguridad de Veracruz, Reynaldo Escobar, que dice que a las mujeres las asesinan porque ellas lo provocan… Son tan absurdos estos argumentos. Es una situación que sucede en todo el estado de Veracruz, por lo que le requerimos al Gobernador y al Secretario de Gobierno decretar la alerta de género (instrumento legal para prevenir los crímenes en contra de las mujeres, que consiste en aumentar las medidas de seguridad), pero no quisieron… Aunque es una realidad la violencia en contra de las mujeres en la calle, la escuela y la familia, y aunque ya hay instrumentos legales para prevenirlo y sancionarlo, aún faltan políticas públicas para garantizar a todos sus derechos humanos fundamentales.
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