Edith Peredo
Rubén no corras Rubén no grites Rubén no brinques Rubén no saltes
Rubén no pases frente a los guardias Rubén no enfrentes a los policías
Rubén no dejes que te disparen Rubén no saltes Rubén no grites
Rubén no sangres Rubén no caigas.
No te mueras, Rubén.
Luis Britto García
Todos los días te miro, de lejos, de cerca. En el trabajo, en la calle, en las bardas, en los periódicos.
Todos los días pronuncio tu nombre, hablo de ti, de tu profesión y te recuerdo, sonriente, sencillo, caminando con pasos rápidos y firmes sobre las calles de la capital.
Te recuerdo y el recuerdo duele, el recuerdo cala. Y entonces, la memoria se vuelve indignación, la memoria se transforma en rabia. La rabia exige justicia.
A veces, aún creo que estás por llegar, por aparecer entre todos para capturar lo que pasa, lo que vivimos. Pero no vienes, no llegas. He visto los amaneceres desde mi ventana y los atardeceres me alcanzan cada que recorro mis distancias en el autobús. Todo se parece tanto a ayer, antier, al pasado, a cuando sí llegabas.
En estos días de lluvias (algunas más intensas que otras), pasa el tiempo, la gente, las noticias truqueadas, los testimonios falsos, las declaraciones estúpidas de gobernadores y funcionarios.
En esta marcha interminable, de objetivos que a veces parecen inalcanzables, yo te nombro, yo te recuerdo, nosotros los pensamos, nosotros los extrañamos. Sus voces sedientas de justicia, nos faltan.
Cuando las noches se acompañan de estrellas, parece que no está mal volver a soñar y que ninguno puede arrebatarnos los sueños. Cuando todo se oscurece y la ciudad se queda en calma, imaginar la justicia no es malo.
En este mundo tan dolido y jodido, nos envolvemos en letras, nos abrazamos con verdades que inundan los ojos y seguimos de pie, por ti, por nosotros. Por ustedes… que nos faltan.
En estos tiempos de impunidad, nuestra voz seguirá siendo la de ustedes. Gritaremos aunque algunos hagan oídos sordos. Su ausencia seguirá moviéndonos y defenderemos la memoria, porque la memoria, la verdad y el no olvido también son justicia.
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