Oscar León
Hay preocupación en los vecinos de la periferia de esta localidad, ya que se observa como poco a poco se están acabando zonas arboladas que sirven de sombra a los cafetales. Con relativa facilidad son derrumbados arboles de diferentes especies sin que se finquen responsabilidad por el daño que se hace al entorno ecológico.
En platica con el Sr. Ramírez, cuyo domicilio está en la prolongación de la calle Amado Nervo, dice a Altavoz lo siguiente: “Es una pena que se derrumben arboles como haya, encinos y cipreses sin que nadie lo pueda impedir. Algunos, fácil tiene más de cien años y mire por lo menos en esta calle ya tiraron los árboles y van a construir fraccionamientos. Esta zona esta reservada por la dificultad que se tiene para hacer llegar los servicios, como el agua, la luz, el drenaje, y a este solo le queda una salida, desaguar en el rio de la Marina”.
En un rápido recorrido por la zona se pueden observar varios predios que ya casi están listos para empezar a construir. Han derrumbado la vegetación y la finca para construir casas habitación y en donde unos y otros se echan la bolita.
Lo lamentable, es que estos predios que tienen todo en regla, finalmente les autorizan el cambio de uso de suelo y entonces se presume cierto favoritismo para quienes son cercanos.
Y si se trata de responsabilidad o de culpables, con seguridad es el cabildo, como institución que debiera velar por los intereses colectivos, antes que otorgar el cambio de uso de suelo.
Difícil el panorama ya que con el deterioro que se ha hecho al entorno ecológico, las condiciones del microclima se han visto alteradas y las temperaturas gélidas de los ultimas semanas, con seguridad tienen que ver con el tema de la deforestación que se lleva a cabo sin que alguien se atreva a frenar tal atentado a la naturaleza, y esa riqueza que los coatepecanos no han logrado aquilatar.
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