17 de enero de 2014

PARA QUE NO CANTEN VICTORIA

Con la ayuda de los medios de comunicación –que minimizan, ridiculizan y criminalizan la protesta social-, Enrique Peña Nieto inició su segundo año de gobierno en alianza con todos los partidos políticos, para imponer reformas que hundirán más a millones de mexicanos en la pobreza, desempleo y marginación.

Como se esperaba, el Pacto por México resultó ser el pacto con el diablo para la izquierda, que ahora se arrepiente y trata de salvar el pellejo protestando sin convencer, como para no renunciar a las prerrogativas y al confort parlamentario.

La alianza PRI-PAN-Verde-Nueva Alianza votó sin conocer lo que se negoció fuera de los recintos parlamentarios y rehuyendo el debate con no más de una docena de legisladores de distintas fuerzas políticas, tanto en las cámaras de diputados y senadores como en los congresos de los estados.

Mientras las reformas educativa, fiscal, hacendaria y energética se traducirán en agravios de gran calado  para la ciudadanía, la reforma política canceló la revocación del mandato y la de telecomunicaciones impedirá que más medios ciudadanos y comunitarios tengan acceso al espectro radioeléctrico para expresar el hartazgo de la gente.

En suma, los poderes ejecutivo y legislativo de la Nación y sus contraparte en los estados, aprobaron reformas a la medida de los interese de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, mutilando  importantes artículos de la Constitución, como el 3ro y 27.

Los grandes efectos de estas reformas aún están por verse en los próximos años y tocará a las nuevas generaciones enfrentar las consecuencias, a menos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tuviera los tamaños para revertir estos procesos legislativos, si es que  millones de mexicanos dejamos de ser  ciegos, sordos y mudos ante los abusos del poder.

Mientras tanto, en nuestras comunidades y municipios los temas locales y regionales de mayor trascendencia como el precio del café, la amenaza de las presas, la corrupción e impunidad en los gobiernos municipales, el movimiento magisterial y los agravios de la delincuencia organizada, no tienen un seguimiento en los medios de comunicación impresos y electrónicos, como si nada estuviera pasando.

Y a dos semanas de que se instalen los nuevos ayuntamientos, un sector de la población sigue pensando que los grandes problemas están en otras partes de Veracruz o de México o  que lo que no hagan por nosotros los gobiernos estatal o federal, lo van a resolver nuestras próximas autoridades municipales…

Pero  aunque todo parece rayar  en el desánimo y la frustración colectiva, pronto veremos las expresiones de auténticas luchas populares, al  margen de los partidos políticos, que levantarán el ánimo y la autoestima de toda una Nación.

No hay comentarios: