Oscar León
En la víspera del cierre de año, el cabildo coatepecano, se ha dedicado a dejar de hacer obra y ver pasar el tiempo, en espera de que se cumpla el plazo y decir ahí nos vemos. El balance, la evaluación o una autocrítica, eso no importa. Tal parece que aplica la frase: Este arroz ya se coció. Pues prácticamente esta acéfala la alcaldía y los regidores brillan por su ausencia.
Varias publicaciones han sacado su pluma para exhibir la opacidad del cabildo y la falta de capacidad de gestión para bajar recursos y que se brinde la atención que merece el municipio, que además es cabecera de distrito y tiene tanta cercanía con la capital, era para que estuviera perfectamente vigilado y operando bien todas las áreas del ayuntamiento.
El año de Hidalgo ya se viene observando desde hace unos meses, con los despidos masivos de trabajadores de confianza, bueno no hay recursos ni para la adquisición de focos para el alumbrado público. Por ello es que vivimos en una ciudad en penumbras. Ha trascendido que la deuda que dejará Manolo es de casi veinte millones de pesos. Pero que no pasa nada, menos ahora que se lleva de manita sudada con el gobernador.
Las gélidas temperaturas que se han sentido en estos días, trae a la mente la deforestación que ha ocurrido en la zona y que permite que haga tanto frio. Lo curiosos es que ahora no hayan suspendido las clases. Y vaya que se ha sentido fuerte el frío. Lo peor de esto es que con seguridad el frío va a continuar y la deforestación en la zona boscosa también. Esto provoca que haya extremos en el clima. Mucho frío o mucho calor.
Las lluvias que han caído en las ultimas fechas, son el mejor pretexto para que los comerciantes incrementen sus precios de manera angustiante. Todo ha subido, pero los alimento perecederos aún más. Y no se diga frutas y verduras que se han disparado y aún no ha llegado diciembre.
Prohibido enfermarse pues tendría problemas por el desabasto de medicamento en el sector salud. Tanto en el IMSS, como en salubridad, hay pocos medicamentos. Lo peor es que le dicen, si se va a surtir su receta pero después ya que no hay medicamentos.
Los caminos rurales no han sido atendidos en estos años, y da la impresión de que será hasta el próximo año cuando se pueda disponer de recursos para darle mantenimiento a los caminos vecinales ya que urge regarle unas cuantas camionadas de balastre para poder transitar mínimamente.
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