Gabriela Arlene Benítez Ibarra, de 17 años, estudiante de preparatoria, fue desaparecida en Xalapa el 13 de junio de hace dos años. Salió de su casa para ejercitarse pero no regresó. Desde entonces, Bárbara Ibarra inició la búsqueda. El dolor de una madre se transformó en dignidad y fortaleza para exigir justicia.Ante el lento proceder de las autoridades responsables de la indagación, fue Bárbara quien tejió una red de solidaridad: convocó a ruedas de prensa, participó en manifestaciones, buscó y encontró organizaciones que la acompañaran y asesoran, tocó puertas y abrió corazones.
El rostro de Gaby, sonriente, se conoció en el país entero. Una frase acompañaba la imagen de la chica con el uniforme del Colegio Preparatorio: Sé mis ojos, ayúdanos a encontrarla. Ella no fue la primera en ser desaparecida, y lamentablemente tampoco la última. La Comisión Estatal de Derechos Humanos reconoce 106 casos de personas desaparecidas en el estado. Sin embargo las cifras son más altas, los familiares no siempre denuncian, no lo publican y las autoridades no registran con precisión. Los medios de comunicación callan.
La historia de Gaby sobresalió por la constancia de Barbara Ibarra para enfrentar la ineficacia y el silencio. Fue su voz de las que dieron inicio al relato de la pesadilla que vivimos en Veracruz. Bárbara resistió la campaña de descrédito hacia la familia, las irregularidades en el protocolo de búsqueda y las mentiras cuando el cuerpo sin vida de su hija fue encontrado cerca de su casa: en la reserva ecológica Santuario de las Garzas, un lugar recorrido varias veces en los intentos por localizarla.
El 24 de septiembre de 2011, la prensa policiaca reportó, “el descubrimiento del cadáver”: “dos empleados de Parques y Jardines, la encontraron entre la maleza a un par de metros de la vitapista”. La travesía de Bárbara aún no terminaba. Las afirmaciones de la Procuraduría General de Justicia por detener a los asesinos no se han cumplido.
En entrevista para Agenda Informativa, noticiero de la comunitaria Radio Teocelo, el 14 de junio reciente, Bárbara Ibarra contó la falta de procuración de justicia en el caso de desapariciones: “A la fecha nosotros no tenemos a nadie. La procuración de justicia no es ni expedita ni pronta, como dice que tiene uno derechos. Nosotros no tenemos a él o las personas responsables de lo que le hicieron a Gaby.”
Invitando a la conmemoración: Si hay olvido, no hay justicia, a dos años de la desaparición de Gaby, subrayó: “No nadamás es Gaby, el 8 de junio Irene Méndez de Hakim fue brutalmente asesinada junto con su esposo. Tampoco hay respuesta y ya son tres años. Esto se está volviendo como una tradición mexicana: la falta de procuración de justicia“.
En las calles de la capital y de las grandes ciudades veracruzanas aumentan los carteles pidiendo ayuda para encontrar a jóvenes, hombres y mujeres que desaparecen. En las paredes los papeles se van decolorando o supliendo por nuevos rostros que no regresan al hogar. En las comunidades también hay narraciones similares pero los recursos por visibilizarlos son aún menos.
“Son muchos jóvenes, jovencitas que están desaparecidos en el estado. No puede ser que alguien llegue y te quite de tu familia un hijo, y no hacen absolutamente nada. Es una exigencia de justicia a la que todos tenemos derecho. Si en la misma constitución se menciona que tú tienes derecho a tener justicia. Que se cumpla.”
Bárbara Ibarra se ha dedicado a apoyar a otros familiares de víctimas de desaparición, los impulsa a continuar la exigencia de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Con palabras pausadas pero firmes expresó: “Nuestros jóvenes, niños, chicas desaparecidos ¿Qué están haciendo? ¿Qué estamos esperando nosotros.” “Si alguien tiene un caso, de estar buscando a su familiar, que se acerque con nosotros. Que pare todo esto que está sucediendo en el estado.”
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