18 de junio de 2013
DARÍO GÁLVEZ, EN FRAUDE DE LA AZTECA
Xico tiene como candidato del PRI a un presunto delincuente, que de ganar las elecciones se convertiría en un alcalde delincuente, dicen los acreedores de La Azteca en Coatepec, al documentar la participación de Darío Gálvez Córdoba como socio de la cooperativa camionera, cuyo Consejo de Administración niega la deuda que por unos 50 millones de pesos contrajo su anterior presidente, Fernando Jácome Roldán.
Las afirmaciones son del señor Miguel Gerardo Ortiz Ceballos, quien junto con Luis Rizo Jácome, Marcos Montero Colorado, Ramón Sánchez Ópoch y Gabriel Velázquez Gómez, acudieron a Radio Teocelo para hacer la denuncia y actualizar la información sobre la situación de los cerca de 200 defraudados por la Sociedad Cooperativa de Autotransportes Urbanos y Suburbanos de Coatepec La Azteca, S.C.L.
Como socio de la cooperativa de carros La Azteca, Darío Gálvez Córdoba, se niega a reconocer la deuda de los 50 millones de pesos, más intereses, a pesar de que existen documentos en los que aparece firmando él- sostienen los denunciantes- , en al menos dos ocasiones, donde la empresa asume la deuda, pues incluso el hoy candidato del PRI en Xico fue testigo del pago de los intereses a los acreedores en diversas ocasiones.
Lo anterior puede testimoniarlo el señor Jaime Eusebio León García, quien al principio sí reconocía la deuda a los acreedores, pues fue el tesorero de la directiva que encabezó Jácome Roldán, hasta el año pasado.
Se espera que muy pronto esas y otras pruebas, dice Miguel Gerardo Ortiz Ceballos, terminen de integrarse a la Averiguación Previa que lleva la Agencia del Ministerio Público de Coatepec, para que se dicte sentencia y se pueda demostrar el fraude.
De ser así, señala, se demostrará que los socios y directivos de La Azteca son unos delincuentes y en consecuencia, si el candidato del PRI –Darío Gálvez Córdoba-, ganara las elecciones el próximo 7 de julio, pasaría de presunto delincuente a alcalde delincuente. Y eso lo deben de saber los ciudadanos de Xico, antes de votar.
La historia del fraude
Explica Miguel Gerardo Ortiz Ceballos que todo comenzó cuando, en julio de 2012, los directivos de La Azteca empiezan a tener problemas para pagarles los intereses a unos 190 acreedores, que les había depositado cantidades de entre 5 mil y hasta 1 millón de pesos, cuando Fernando Jácome Roldán fue el presidente del Consejo de Administración.
El grupo de acreedores son personas de edad avanzada, que fueron contactadas por Jácome Roldán cuando se enteró que habían recibido fuertes sumas de dinero por concepto de pensión o jubilación, ofreciéndoles mejores intereses que los bancos.
Durante los doce años que él estuvo al frente jamás se había presentado ningún problema, señalan, todos recibíamos nuestros intereses, hasta julio del año pasado que se corre la versión de que había algunos problemas internos y entonces los acreedores comenzamos a pedir intereses y capital, por lo que los directivos “empiezan a tramar cómo evitar el pago” de los 50 millones de pesos, más sus intereses.
Los demás socios deciden cambiar al Consejo de Administración –el 2 de octubre de 2012-, empezando por Jácome Roldán, al que incluso dan de baja como socio (el 9 de enero de 2013) “que sí daba la cara por la deuda”; y junto con él también cambian a Miguel Mávil Vázquez, tesorero, Jorge Olvera Pale, secretario y Servando Lozada Córdoba, del Consejo de Vigilancia.
La nueva directiva de la cooperativa La Azteca, la integran ahora los señores Servando Lozada Hernández, que pasa a ser el nuevo presidente del Consejo de Administración; Miguel Mávil Vázquez, secretario, María Guadalupe Landa Rodríguez, tesorera, y Antonio Lozada Córdoba, de Control y Vigilancia, quienes no reconocen la deuda de los 50 millones de pesos, más sus intereses, y le dicen a los acreedores, en franco desafío, “háganle como quieran, pues no les vamos a pagar”.
Por eso, explican los afectados, cuando ya no hubo posibilidad de dialogar y negociar con los nuevos directivos, empezamos a buscar asesoría legal para presentar demandas civiles, mercantiles y penales; también la audiencia con funcionarios de la Secretaría de Gobierno y , Procuraduría General de Justicia, para acelerar las averiguaciones en la Agencia del Ministerio Público de Coatepec; y hasta un plantón se tuvo que organizar en Plaza Lerdo para llamar la atención de la opinión pública y las autoridades.
Con respecto a la Averiguación Previa 16/2013 I, interpuesta por unos 30 acreedores en Coatepec, dice don Miguel Gerardo Ortiz Ceballos que se presume lentitud deliberada por parte del oficial secretario del MP, Leopoldo Hernández Salas, que resultó ser alumno de Fernando Jácome Roldán y del propio titular del MP, que también fue compañero de escuela del ex presidente de Consejo de Administración de La Azteca, por lo que se ya se presentó la queja ante el procurador Felipe Amadeo Flores Espinoza.
Se presume “tortuguismo” en el MP de Coatepec, para darle largas a la integración de la averiguación, al impedir que se presenten a declarar los actuales directivos de La Azteca, pues con eso se demostraría que sí se está cometiendo un fraude en su contra, dicen los acreedores, y la sentencia los obligaría a pagar.
A un año de lucha, los acreedores empiezan a perder la confianza en la justicia, pues afirman que la corrupción entre funcionarios y concesionarios del transporte público sigue dejando en la indefensión a muchas familias, con total impunidad.
Caso similar a los “Excélsior”
De acuerdo a la información que tienen los acreedores de La Azteca, sólo quedan nueve dueños de la empresa camionera, que son : Darío Gálvez Córdoba, María Guadalupe Landa Rodríguez, Jaime Eusebio León García, Antonio Lozada Córdoba, Emiliano Lozada Córdoba, Servando Lozada Hernández, Miguel Mávil Vázquez, Mercedes García y Jorge Olvera Pale.
Luis Rizo Jácome dice que en un año de lucha se ha dado cuenta que la corrupción, el compadrazgo y la burocracia obstruyen la justicia, pues tan sólo en los juzgados se dan cuenta que hay demasiada consideración para quienes cometen delitos; critica que la persona que les pagaba los intereses –Jaime Eusebio León García-, ahora firma el desconocimiento de la deuda; mientras Servando Lozada Hernández ha tomado el caso como personal, “cuando no le estamos cobrando a él, sino a la empresa” a la que se le depositaron los 50 millones de pesos.
Apoyan esas afirmaciones Marcos Montero Colorado, que sostiene que en todo esto hay cosas turbias; Ramón Sánchez Ópoch, que lamenta que los directivos se estén aprovechando de gente que ya no puede encontrar otra fuente de trabajo para subsistir, por la edad; y Gabriel Velázquez Gómez, que exige a los funcionarios trabajar con ética y rapidez para resolver y a los directivos de La Azteca “ponerse en sus zapatos” para entender que cometen una injusticia.
Don Gerardo Ortiz Ceballos va más allá y dice que ya basta de la demagogia que pregonan los servidores públicos y candidatos, cuando hablan de que sus actos deben ajustarse a los principios de legalidad, honradez, imparcialidad y lealtad en los procesos y a la transparencia y efectividad en la administración de la justicia.
Los abogados de la cooperativa de autobuses La Azteca son María del Rosario González Jiménez y Salvador López, los mismos que defienden a Marco Antonio Pérez Vela, presidente del Consejo de Administración de la Sociedad Cooperativa de Autotransportes Excélsior.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario