Azalia Hernández
En el periodismo permea la desigualdad, no es lo mismo ser mujer periodista que hombre periodista. “Las periodistas también somos víctima de violencia de género” expresó Yunuen Rangel Medina, ante las asistentes al Primer Encuentro Estatal de Mujeres Periodistas realizado en Xalapa los días 13 y 14 de abril, a convocatoria del Colectivo de Educación y Desarrollo entre Mujeres e Iniciativa Púrpura.
En su ejercicio profesional las periodistas se enfrentan a diferentes formas de la violencia de género: acoso sexual, amenazas, difamaciones, persecución, desaparición, desplazamiento y asesinato. Se les discrimina incluso en el propio medio donde trabajan. Rangel, periodista de la agencia Comunicación e Información de la Mujer, un medio especializado en perspectiva de género, afirmó: “Los hombres son los líderes y jefes. Hay una brecha”. Esa es una condición social que forma parte e influye en la violencia de género contra las periodistas.
Con el aumento de la violencia en el país, las periodistas son todavía más vulnerables. La frecuencia e intensidad en los riesgos es mayor. Cimac Noticias presentó a fines de 2012 un diagnóstico de la violencia contra periodistas en México, “Con la finalidad de visibilizar lo que está pasando”.
El 2010 fue el año más dramático con 38 casos registrados. En el informe de CIMAC destaca, para el contexto de Veracruz, los asesinatos de Yolanda Ordaz y Regina Martínez. Ambos homicidios gozan de impunidad lo que fomenta el terror psicológico en otras reporteras de la entidad. La violencia contra las periodistas, explicó Rangel: “trunca proyectos de vida. Muchas han dejado de ejercer el periodismo por miedo.” También ha aumentado el desplazamiento forzado.
Veracruz saltó a la escena de la violencia contra las periodistas en 2011. No significa que antes no existía sino que los casos no eran documentados. Sin embargo, a partir de esa fecha se intensificaron las agresiones y la denuncia no pudo ser ocultada. El estado pasó de ocupar el sexto lugar a ser ubicado como el sitio más peligroso.
Ante la violencia que pone en riesgo la vida de las periodistas, Rangel Medina sostiene que es necesario analizar el contexto, aplicar acciones urgentes y exigir medidas de seguridad al estado. Las participantes en la reunión de mujeres periodistas llamaron a fortalecer redes que impulsen la aplicación de mecanismos de protección.
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