EMPEDRADOS Y PUENTECILLOS

TOMADO DEL LIBRO “MIS RECUERDOS” ESCRITO POR EL PROFR. RAFAEL MARTÍNEZ MORALES DE IXHUACÁN DE LOS REYES. SE REPRODUCE A CONTINUACIÓN LA PÁG. 99

El material que se utilizó para el nuevo empedrado de las calles de Ixhuacán, está formado con piedras más grandes que las que formaban el empedrado original; se utilizó también para ese nuevo empedrado, argamasa de cemento con arena.

Por boca de algunos viejos, supe que muchos de los antiguos empedrados, tanto los del pueblo como los de algunos caminos, por ejemplo: el que conducía a Xico y Teocelo, en un lugar llamado “Cuesta de los muertos” y otro “Siete vueltas”, fueron realizados gracias a los delincuentes, quienes en lugar de pagar multas por las faltas cometidas, se les obligaba a construir calzadas.

Según la gravedad del delito cometido, era la cantidad de metros cuadrados que debían empedrar.
Por el paso del tiempo, de las bestias de carga, y por la erosión causada por el agua, los empedrados de “Cuesta de los muertos” y de “Siete vueltas”, casi han desaparecido.

El empedrado antiguo del pueblo, no estaba hecho para soportar el peso de vehículos; por este motivo, al llegar éstos a Ixhuacán, poco a poco se fue deteriorando.

Las calles del pueblo se empedraron antiguamente dejando ligero desnivel hace el centro de las mismas, para que el agua de la lluvia corriera por la mitad de la calle, y no por las orillas, con el fin de evitar que el agua entrara a las casas.

Como el agua corría a media calle, para cruzar había que meterse a la corriente, por lo que en algunos cruces de calles se construyeron puentecillos de mampostería, que llamaban mi atención por su tamaño.

Guardo el recuerdo de aquellos puentecillos porque de niño, me divertía pasando debajo de uno de ellos, arrastrándome de barriga, como lagartija; quizá por eso creo ser el único que no se ha olvidado de ellos.