+ DE ACUERDO A FUNCIONARIOS DE LA ACTUAL ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL, LA COMPRA-VENTA DE TERRENOS Y PERMISOS DE CONSTRUCCIÓN SE LIBERARON EN LAS ADMINISTRACIONES DE ANTONIO MORALES HERNÁNDEZ, DARÍO GÁLVEZ CÓRDOBA Y ROGELIO SOTO SUÁREZ
Elfego Riveros
Muy cerca del cerro de Acamalin o Acatépetl, entre caminos de terracería y casas con piso de tierra y techos de lámina de cartón, avanza la construcción de un convento para monjas benedictinas, cuyo costo se calcula entre 40 y 50 millones de pesos.
Se trata de un majestuoso edificio, aún en obra negra, que se levanta en dos y tres niveles, en medio de fincas de café, entre la colonia Álvaro Obregón –el Crucero- y la cabecera municipal de Xico.
La obra se encuentra al 60 por ciento y de acuerdo a funcionarios de la actual administración municipal, la compra-venta de terrenos y permisos de construcción se liberaron en las administraciones de Antonio Morales Hernández (2001-2004), Darío Gálvez Córdoba (2005-2007) y Rogelio Soto Suárez (2008-2010).
Alrededor de la vistosa construcción habitan unas 200 familias, de las colonias Álvaro Obregón y El Haya, quienes dicen no saber exactamente cuál será el uso o destino del gran edificio.
Se cuenta que una religiosa originaria de Xico, tuvo la oportunidad de ir a estudiar a Italia y ahí comenzó la historia de este carísimo e inusitado proyecto de construcción, en el que se contempla además un segundo edificio y diez o quince metros de su torre principal.
Ni los vecinos de las comunidades cercanas ni los servidores públicos de la actual administración dijeron conocer el origen de los recursos para construir este tempo, escuela, convento o monasterio benedictino.
Aunque la obra se inició en 2004, es hasta ahora cuando ha comenzado a llamar más la atención de miles de personas, debido a que la obra de concreto hidráulico que se realiza sobre el tramo carretero El Crucero-Xico, obligó a desviar la circulación de vehículos por el tramo de terracería conocido como la vía de la COCONAL o antigua vía del ferrocarril El Piojito.
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