EDITORIAL

Los indignados

El pasado sábado 15 de octubre, se realizaron protestas del movimiento de Indignados por todo el mundo. En Europa, Asia, África, así como en América, incluso en los EU y Canadá. En su mayoría jóvenes repudiaron las políticas neoliberales que sólo han empobrecido a las mayorías. En este movimiento también hay desempleados, indígenas, discapacitados, hombres y mujeres de todas las edades que reclaman fuentes de empleo, respeto al medio ambiente y exigen democracia real, no simulaciones como ocurre en muchas naciones, donde políticos y banqueros se han enriquecido sin límites. Las protestas se dieron en más de 900 ciudades de 82 países. En México hubo protestas de indignados en 20 ciudades.

Obviamente  los reclamos y los planteamientos son diversos, dependiendo de los países y sus circunstancias. Llaman poderosamente la atención las protestas en los Estados Unidos, pues los Indignados han tomado las sedes de los edificios emblemáticos de la Economía Mundial. Los manifestantes rodearon los edificios del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y  de las bolsas de valores. En México -por ejemplo- los manifestantes protestaron contra la inseguridad y la violencia y exigieron por enésima vez que los militares regresen a sus cuarteles. La Asamblea Permanente de Indignados en México convocó a estas movilizaciones. Se exige democracia, fin a la corrupción, empleos, lugares en escuelas y universidades para los jóvenes y se exige también, pensiones dignas y prestaciones para personas mayores. Queremos hospitales y escuelas, no soldados, decían algunas pancartas de los inconformes reunidos en la explanada del monumento de la Revolución en el Distrito Federal.

En Xalapa, la manifestación se realizó en la Plaza Lerdo. Ahí los indignados señalaron como responsables de la crisis económica y de la pobre<a extrema que padece el país, a personajes como: Carlos Salinas, Elba Esther Gordillo, Carlos Slim, Miguel Ángel Yunes y a Fidel Herrera Beltrán entre otros. Exigieron además poner límites a los privilegios de políticos y banqueros pues se han enriquecido escandalosamente, mientras la mayoría carece hasta de lo más elemental.

Las marchas y manifestaciones se llevaron a cabo sin incidentes en su mayoría. Se reportan algunos detenidos en Italia, España y en los EU, donde los gobernantes y los barones del dinero empiezan a preocuparse y a ordenar represión.

Hay que decir que hasta ahora son solamente manifestaciones pacificas, pero se ha logrado informar y convencer a muchos que es necesario reclamar lo que por justicia corresponde. Sólo habrá logros y cambios importantes si la ciudadanía los impulsa y los exige. En las convocatorias y comunicados entre indignados, han jugado un papel muy importante las redes sociales. Todo indica que el movimiento crecerá y que habrá planteamientos y acciones que logren cambios, aunque no será fácil. Las televisoras y los grandes Medios de Comunicación seguramente ocultarán y minimizarán las protestas.

Todos debemos estar atentos a este movimiento y enterarnos de sus acciones. Muchos de los que se han sumado ya se convencieron de que no podemos quedarnos cruzados de brazos. En nuestro País aún no es un movimiento consistente, ni con estrategias bien definidas; pero es sin duda un movimiento muy esperanzador.