Por: Elodia Soto
Tomado del Libro Mis Recuerdos, escrito por el Profesor Rafael Martínez Morales de Ixhuacán de Los Reyes, se reproducen a continuación las páginas 77 y 78, que bajo el título Aquéllos Radio-receptores, contienen lo que el autor y sus contemporáneos pudieron percibir sobre programas y estaciones radiofónicas de mediados del siglo pasado.
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Allá por el 1942 había uno o dos radio en Ixhuacán; fueron sin duda los primeros que llegaron al pueblo. Funcionaban conectados a un acumulador.
Los chiquillos nos congregábamos frente a la casa del dueño, al darnos cuenta que un cajoncillo hablaba, cantaba, y reía.
Admirábamos también a los dueños de esos aparatos, por poseer esa gran maravilla, que hasta la fecha, sigo pensando que lo es.
Años más tarde otras personas pudieron también adquirir aparatos de radio que funcionaban con pilas, eran de bulbos, pues no existían los transistores.
Esos radio requerían de una antena exterior que se instalaba en la parte más alta de la casa; dicha antena debía tener unos quince metros. También debían estar conectados a tierra.
Com entonces no había tantos aparatos causantes de interferencia, se escuchaba todo con mayor claridad que ahora.
Cada receptor necesitaba sesenta y cuatro pilas de las que en el mercado se clasifican por su tamaño con la letra “D”. Esas pilas se colocaban en una caja de madera fabricada especialmente para eso ; sesenta de ellas se ponían en serie, cuya suma en voltios daba noventa; las otras cuatro se colocaban en paralelo, por cuya razón su salida era solamente de voltio y medio.
El tener que comparar tantas pilas, indica que el gusto de escuchar radio por aquellos años, resultaba un poco caro.
En 1954 compré mi primer radio, y aunque solamente fue de onda larga, pude escuchar en él por las noches, estaciones de Cuba como Radio Progreso, otras de Guatemala y Costa Rica, en una de las cuales estaba Radio Mundo; en esa estación había un programa cultural a las cinco de la mañana; en dicho programa escuché que cuando un rayo cae sobre un árbol, éste se abre repentinamente porque el fuerte calor convierte la savia en vapor, y hace que el árbol reviente.
Escuchaba yo la marimba Chapinlandia en una estación de Guatemala, y bonitos nombres de ciudades Guatemaltecas como Mazatenango, Escuintla, Quezaltenango, y Huehuetenango.
En Radio Progreso de Cuba, anunciaban los tabacos “Partagás”. En otra estación de Guatemala, los acumuladores “Tikal”.
De la República Mexicana escuchaba yo XET de Monterrey, XETU de Tampico, XEBB de Acapulco, XEPR de Poza Rica, XEDZ de Córdoba, XETQ de Orizaba, XEU de Veracruz, XEKL y XEJA de Xalapa.
De la ciudad de México XEX, XEW, XEQ, XEQR, XERCN, XEB, XEMC, XESC Y XERH.
EN XEW pasaban programas en vivo como el del Doctor I.Q.; el Risámetro; Tilín el fotógrafo de la voz; y Manolín y Chilinski.
Posteriormente adquirí un receptor de onda corta en el que pude escuchar Radio Nacional de España, Radio Exterior de España, la BBC de Londres y otras.
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