Por: Verónica Carrillo
Alexandra Gabriela era una niña tan bonita como todas las niñas de 10 años de edad, siempre riéndose, jugando, con gran determinación en las cosas que quería, con mucha resolución en el carácter. Hace 30 días se quejó de un dolor en la garganta. Por supuesto la llevaron al médico, pero no a uno sino a 4 médicos generales que mandaron diversos antibióticos y antiinflamatorios para mitigar los síntomas de su garganta…Terminaron con un pediatra que mandó a hacer unos análisis y sólo medicó unas gotitas…Los padres de Alexandra decidieron llevarla al hospital. Ahí fue diagnosticada: leucemia…
¡¿Cómo?! Sí, leucemia…a una niña tan linda, tan bonita, tan sana...Alexandra fue tratada con quimioterapia, pero desafortunadamente a los pocos días falleció…
Es una experiencia bien fuerte, triste, desgarradora…
Después de todos los sentimientos que experimentamos esa semana, tuvimos que poner los pies en la tierra y pensar ¿cómo no sufrir los padecimientos y las angustias que causan los niños enfermos? Me puse a leer sobre la leucemia infantil, porque todos estamos expuestos a todo y descubrí que muy pocas cosas se pueden hacer para evitar esta enfermedad mortal, pero hay algo que sí podemos hacer y practicar: la PREVENCIÓN:
- Es necesario llevar a nuestros hijos al médico cuando menos una vez cada año. Que estas visitas vayan acompañadas de examen general de orina, química sanguínea y biometría hemática.
- Darles de comer una dieta variada y nutritiva. Hay que comer de todo, no existe ningún alimento completo por sí solo, excepto la leche materna. Una dieta variada nos asegura que a nuestro organismo le llegan esos distintos nutrientes. Pero además, hay que concienciarse de hacerlo en la cantidad adecuada, ni en más ni en menos.
- Evitar en la mayor medida de lo posible los productos chatarra. Son alimentos que no aportan una buena nutrición ni fibra ni micronutrientes y sí aportan demasiadas calorías. Además los pocos nutrientes que proporcionan son de mala calidad, por ejemplo, grasas saturadas, sustancias químicas artificiales o sintéticas (conservantes, estabilizantes, emulsificantes, saborizantes) no asimilables por el organismo, incluso muchas de ellas potencialmente cancerígenas.
- Controlar el uso de productos químicos para la limpieza como lejía, antical, detergentes, refrigerantes, desinfectantes, desatascadores, limpiadores para vajillas, hornos, cristales y suelos. Cada día consumimos más productos de limpieza que además son cada vez más complejos en su contenido. Además de focos de contaminación pueden ser una amenaza para nuestra salud, ya que su utilización puede producir alergias, irritaciones, asma, dolores de cabeza, náuseas, trastornos en la visión, afecciones del sistema nervioso e inmunitario, envenenamiento del hígado, desequilibrios hormonales.
No hay algo más doloroso que la muerte de un niño, un ser que comienza a vivir…Estos casos nos demuestran la verdadera condición de la fragilidad humana y que sólo con medidas preventivas tenemos oportunidad de evitar.
1 comentario:
Definitvamente la alimentación es la base de un buen estado de salud tanto físico como mental, sin embargo en enfermedades como la leucemia, de la cual hay muchas variantes, muy pocas veces se puede hacer un diagnóstico temprano y generalmente cuando se presentan los síntomas la enfermedad ya esta muy avanzada, algo similar sucede con la insuficiencia renal infantil. Si alguien tiene un niño que es muy activo y de un día para otro amance sin animo y adinámico llevelo inmediatamente al médico.
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