Apenas son seis meses en el cargo, pero el estilo personal de gobernar de Javier Duarte de Ochoa ya acaparó los reflectores de algunos medios de comunicación, cuyas crónicas dan cuenta de despilfarros y escándalos frecuentes.
Durante los primeros meses de 2011, el gobernador y su esposa Karime Macías utilizaron uno de los helicópteros de Gobierno del Estado, lo mismo para asistir a eventos oficiales en el Estado de México, que para llegar a la Plaza de Toros en ciudad de México o para volar al sur de nuestra entidad para reunirse con petroleros, como el pasado 5 de mayo.
Diarios de Minatitlán y Coatzacoalcos, lo mismo que columnas y noticias por Internet, dieron cuenta del recorrido que hizo Duarte de Ochoa por esa zona, primero para entregar casas a petroleros de la Sección 11, cuyo líder es Ramón Hernández Toledo, siguiendo después con una comida que se prolongó de las 3 de la tarde del jueves a la 1 de la mañana del viernes 6 de mayo.
Se cuenta que el gobernador estuvo en el Restaurante “Piquitos”, donde sorprendió a todos los presentes, pues ya bajo los efectos del alcohol besó al líder nacional del sindicato de petroleros, Carlos Romero Deschamps. Presentes estuvieron en esa reunión el alcalde de Coatzacoalcos Marcos Theurel Cotero, el secretario de Finanzas y Pleneación Tomás Ruiz González y Antonio Macías Yasegey, suegro de Duarte, de quien se afirma es defraudador y perverso empresario.
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