15 de abril de 2011

EDITORIAL

VIENEN BRONCAS

Rápido y furioso podría ser también el nombre del operativo priísta en el distrito Coatepec, para recuperar los municipios perdidos en las elecciones del 2010.

No se trata sólo de una práctica aislada, ni la intensión es manejarse con civilidad política, sino que aparecen en el entorno las viejas prácticas del PRI, aunque con rostro joven, dicen ellos para recuperar la Presidencia de la República en el 2012.

Se puede decir que los sucesos locales y regionales se concatenan con la táctica y la estrategia del PRI estatal y nacional.

Hablamos de una especie de manual operativo para colocar piedras, piedritas y piedrotas a los ayuntamientos donde gobiernan PAN o PRD; de maicear a pasquines y “periodistas” para que azucen a priístas apasionados y resentidos; de utilizar las regidurías que el PRI conserva en las comunas, para rivalizar y disputarle a los alcaldes el manejo de programas federales, como Oportunidades; y de filtrar en las comunas a cuadros priístas que vayan creando las condiciones para incidir en las elecciones federales del próximo año y en las municipales del 2013.

Se articula esta forma de operar del nuevo PRI, por medio de reuniones secretas del más alto nivel (como en los tiempos del Tío Fide) en las que secretarios de despacho, los diputados local y federal y parte de la llamada “estructura territorial” monitorean y planean de todo: firma de convenios de las dependencias estatales con los ayuntamientos- con la idea de AyuDUARTE-, ruedas de prensa (para hacerse visibles en un distrito donde no gobiernan), entrega de apoyos en las comunidades y otros propósitos inconfesables…

Especial cuidado tienen los priístas en la banca, de que NO se finquen responsabilidades a los alcaldes salientes, por el saqueo de recursos, obras mal realizadas y cuentas por aclarar, aunque de todas maneras el PRI tiene una cómoda mayoría en el Congreso del Estado para perdonarles lo que sea, pues la impunidad es el sello de la casa.

Colocándose como héroes o salvadores del caos que provocan los ayuntamientos gobernados por panistas y perredistas (que apenas lleva tres meses), los priístas presumen actos de corrupción, nepotismo, autoritarismo, antidemocracia, falta de experiencia y hasta demencia, divulgando en medios sumisos rumores, agravios e infundios, pues dicen que en la política “todo se vale”

No podríamos decir que en los ayuntamientos no gobernados por el PRI todo sea color de rosa o que no haya errores, excesos y cosas por aclarar o corregir, pero queda claro que los alcaldes duermen con el enemigo y pronto el rigor de esas acciones irán subiendo de nivel, sobre todo si Veracruz repite el ensayo de las alianzas PAN-PRD.

Sucesos como la rueda de prensa que Manolo organizó en Xalapa para balconear al diputado local por Coatepec Juanelo; las causas y consecuencias del bloqueo carretero y toma de la Escuela Luis Hidalgo Monroy en Teocelo por el caso del maestro metido a asesor jurídico ; el bloqueo de la carretera a Ixhuacán y Cosautlán por parte del llamado Movimiento Ciudadano Independiente; y los aprovechamientos o daños colaterales que dejará el debate entre Güicho Pozos y ciudadanos de Xico por la apertura de un Aurrerá, son apenas los primeros capítulos de una larga historia de agravios y conflictos políticos que vamos a ver en los próximos meses y años.

Las bravuconerías de Humberto Moreira, como nuevo dirigente nacional del PRI y las formas en que acostumbra operar Héctor Yunes Landa, ahora dirigente estatal de ese partido, ya nos anuncian los estilos y el método que pondrán en práctica para recuperar Los Pinos.

Está por verse el papel que jugarán los comités municipales del PRI, donde se reciclarán nombres, mañas y liderazgos, que el pueblo ya conoce a la perfección.

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