INMINENTES DAÑOS POR CASAS GEO EN MAHUIXTLÁN

Por: Oscar León

En marzo de 2010 el alcalde de Coatepec liberó la anuencia de incremento de densidad de uso de suelo habitacional en favor de la empresa GEO VERACRUZ S.A. de C.V., mediante el oficio 184, mediante el cual se autorizó la construcción de 2851 casas sobre el predio denominado "FIGUEROA" o "CAMPO DE FIGUEROA", ubicado sobre el camino Mahuixtlán-Mundo Nuevo. Posteriormente, en octubre pasado, la Coordinación General de Medio Ambiente de Veracruz  publicó en  Diario de Xalapa la manifestación del impacto ambiental de la obra, bajo el nombre de "Fraccionamiento Coatepec Bicentenario". Foto Oscar León

Serán 2851 casas las que ya se construyen sobre el camino antiguo a Mahuixtlán y que pasa por Mundo Nuevo. Para lo anterior se destruyeron varias hectáreas de cañal. Las casas aparecieron tan de repente que despierta suspicacia en torno a la autorización de los permisos para el cambio de uso de suelo y después para la dotación de los servicios.

Justo cuando concluyen las administraciones estatal y municipal, donde con seguridad tiene su origen la tramitología para darle forma a este complejo habitacional que se ubica a no más de veinte minutos de la ciudad capital, lo que representa para los fraccionadores una plusvalía extra que las hacen muy atractivos.

El abasto de los servicios tales como la energía eléctrica y el abasto de agua para tantas familias, hará padecer los efectos a la comunidad de Mahuixtlán, y después a una parte de Coatepec.

La autorización de estas casas es apenas la punta de lanza de lo que está por venir. Algunos vecinos de Mundo dicen que ya se han iniciado los trabajos para notificar otras tantas hectáreas más sobre la carretera Coatepec-Trancas y ahí sí se van a derrumbar las fincas con árboles que tienen más de cien años de vida. Lo anterior nos hace pensar que a las autoridades sólo les interesa el dinero, la lana, la marmaja, sin importarles el deterioro y la degradación del entorno ambiental. Todas esas decisiones terminan por afectar en la calidad de vida de quienes pagamos impuestos y de donde se les paga a los autoridades.

Vecinos de Mundo lamentan que estas casas les vinieron a robar la paz y tranquilidad pues creen que crecen los riesgos porque no se sabe quiénes son los que habrán de habitarlas, ni de dónde vienen, por ello hay familias que están muy preocupadas.

Ante la carencia de una política real sobre asentamientos humanos, los gobernantes terminan por ceder a la presión económica de los fraccionadores que hacen fortuna con la necesidad de quienes necesitan un techo para vivir. El acuerdo va entre autoridades y empresarios, quienes resultan los ganadores de estas franquicias.

A pesar de existir normas, leyes y reglamentos para empresarios y autoridades les vale gorro y terminan haciendo lo que se les viene en gana. Después quién paga las consecuencias de las malas decisiones son los ciudadanos. En fin que esto no se lo merecen los coatepecanos ni nadie más.