17 de noviembre de 2010

LA SARTÉN POR EL MANGO

LA COMIDA CHATARRA Y LA DOBLE MORAL.


Por: Verónica Carrillo Curi

Los días 3 y 4 de noviembre el Senado de la República aprobó una reforma matizada que “prohíbe” la venta y distribución de la comida chatarra en las escuelas del país y sólo restringió la publicidad de alimentos y bebidas con altos niveles de azucares, sales y grasas. Los grupos de poder económico y las transnacionales de la alimentación vencieron al Senado, ya que no se prohibió toda la publicidad de comida chatarra, ni de su consumo en las escuelas.

Por lo anterior, llego a la conclusión de que en México vivimos con una doble moral: así la censura se aplica en las escenas de amor y no en las de violencia. Ver noticiarios con gente quemándose viva está bien, pero todo mundo se espanta si observa expresiones de amor a cuadro en un melodrama. ¿Entonces la violencia está bien pero el amor no?

Tener doble moral es no tener ninguna moral, es torcer las cosas para que siempre, convengan. En México se prohíbe el aborto, el cigarro, el alcohol y las drogas, pero no se puede prohibir el consumo de comida chatarra, especialmente la dirigida a los niños.

No entendí ¿cómo podemos disfrutar una escena de violencia y ocultarnos ante una escena de amor? ¿por qué se prohíbe el aborto, el cigarro, el alcohol y las drogas a los adultos y se permite la comida chatarra que tanto perjudica a los niños?

El objetivo que se perseguía era el cambio en los hábitos alimenticios, pero el gobierno está más preocupado por las convenientes ganancias económicas que por llevar a cabo una política pública que beneficie a todo el país. El tratar de regular el consumo de comida chatarra tiene beneficios a corto y largo plazo: al reducir los obesos se disminuyen las altas tasas de enfermos cardiovasculares, diabéticos, hipertensos, cancerosos…que incrementan el gasto en salud pública en el país.

Nada trascendente ocurrirá si no se aplica un verdadero cambio de estilo de vida y alimentación. México ocupa el primer lugar mundial en obesidad y esto debería obligarnos a tomar medidas urgentes a favor de la población infantil, Sin embargo, conforme avanza el tiempo y se buscan nuevas medidas de regulación en cuanto a la comida chatarra en las escuelas, nos damos cuenta que el verdadero problema no son las escuelas o los alumnos, sino los padres de familia. Y recuerden que los adultos funcionamos con prohibiciones…

Los padres de familia somos los principales responsables de los malos hábitos alimenticios de nuestros hijos, por lo que me atrevo a decir que las políticas de buena alimentación funcionarán hasta que a los adultos nos prohíban el uso y abuso de la comida chatarra…

Excusas, existen muchas: que no alcanza el tiempo para preparar un lunch saludable, que la crisis económica nos está pegando duro y no nos permite ofrecer alimentos saludables, que la comida sana es más cara, que los directores tienen la culpa de vender comida chatarra.., excusas que nos impiden aceptar la responsabilidad que nos toca.

Si se ofreciera fruta picada con chile y limón, aguas frescas, sándwiches con pan integral o algún otro alimento saludable, sería igual de apetitoso y si no lo es, al menos los pequeños no tendrían otra opción de compra y se acostumbrarían a esta nueva alimentación o ¿será que es más fácil acomodar las bolsas de frituras y latas de refrescos que partir fruta y hacer aguas frescas?

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