2 de mayo de 2010

En palabras de... Norma Alicia Rodríguez presidenta del DIF Ixhuacán

Bety Mora
Tengo 38 años de edad y 14 años de casada. Soy de San Rafael Veracruz. Estudiaba en Xalapa la preparatoria, ahí conocí a las hermanas de mi esposo y lo conocí a él. Nunca nos imaginamos que íbamos a quedar juntos, pero nos casamos cuando yo tenía 23 años y me vine a vivir a Ixhuacan. Tenemos 3 hijas: Samantha de 13 años, Luz Arely de 9 años y Alondra de 7 años. Ya no vamos a tener más hijos, pues aunque mi esposo siempre tuvo la ilusión del niño ya me operé. Estoy feliz con mis hijas.
Estudié una carrera corta en el CONALEP, de turismo. Antes de estar en el DIF me dedicaba a mis hijas, al hogar y vivíamos en un rancho fuera de Ixhuacan. Mi esposo cuidaba el rancho, ordeñaba y sembraba.
A mi no me gustaba andar en política, recuerdo que en el tiempo de la elección de Everardo Soto hubo problemas, familias se dejaron de hablar, se separaron matrimonios, se insultaban, a mi no me gustaba. Yo respeto cada partido.
Mi marido se metió a la política apoyando a su primo, pero después lo invitaron a participar y la gente lo eligió. Cuando me enteré que iba a ser alcalde la verdad yo no quería de muy buena gana porque es muy difícil. Mis hijas estaban muy encariñadas con él porque todo el día estaba en la casa. Sintieron mucho su ausencia en la campaña. Al principio yo no lo acompañaba por la responsabilidad de mis hijas que estaban en la escuela, yo le dije que ellas eran primero, y me reclamaba porque me decía que las esposas de los otros candidatos ahí andaban pero yo lo apoyé hasta que mi hija salió del kinder.
Cuando mi esposo gana la presidencia me dio gusto y a la vez tristeza porque fue un poco conflictivo pues llevábamos otro ritmo de vida. Mis hijas cuando supieron que Luis ganó estaban felices por ser hijas del alcalde, pero después reclamaban que ya no veían a su papá, porque era de andar en otros lados, llegar tarde, compromisos, que la gente lo fuera a buscar al rancho, etc. Todo cambió mucho.
Mi primer día en el DIF fue muy difícil porque llegué y no sabía qué hacer, quería estar en mi casa, pero fui aprendiendo y viendo las necesidades. Fui a todas las comunidades, hasta la más retirada que se llama Amatitla. Mi equipo de trabajo ya estaba elegido por mi esposo.
El primer año de su presidencia fue difícil porque yo dejé mucho a mis hijas. Las maestras me comentaron que yo era la que estaba al pendiente y en ese año no iba ni a juntas, entonces pensé que ellas me necesitaban y dejé un poco el trabajo del DIF y eso les hizo muy bien. Fue una etapa difícil porque mi hija está en la adolescencia y ya no podía ni hablarle, me reprobó un año y estaba muy molesta por nuestra ausencia. La más chiquita lloraba cuando nos íbamos a trabajar, nos teníamos que salir a escondidas, después mostraba mucha indiferencia y ya no le importaba. Cuando regrese a mi casa las cosas con mis hijas mejoraron.
Era chistoso pues la gente venía al DIF pidiendo que se les resolvieran sus problemas, pero y mis problemas quién los iba a resolver. Ahora yo me hago cargo de ellas: las arreglo, les preparo el desayuno, las mando a la escuela, me vengo a la DIF y cuando ellas salen de la escuela me vienen a traer, nos vamos a la casa, les hago de comer y toda la tarde estoy con ellas.
Por el estrés, estuve enferma de la columna, un mes en cama. Ahora estoy mejor, ya puedo caminar y salir, pero me dijo el doctor que tenía que cuidarme, que decidiera entre el trabajo y mi salud, por eso dejé de ir a comunidades. Yo atiendo en la oficina y mi equipo va a comunidades a entregar despensas.
Los que más me ha conmovido en esta labor es ver tanto machismo, porque los maridos piensan que la mujer es para su casa nadamás y para tener hijos. Además ver a jovencitas de 14, 15 años que ya están embarazadas y con varios bebés. Hay muchos casos de violencia en el hogar pero creen que por ser las esposas tienen que aguantar, algunas mujeres denuncian o vienen a pláticas con la psicóloga.
A mi me han discriminado por ser mujer. En una ocasión que fui a atender un asunto del DIF, un señor me dijo que a mi no tenía por qué hacerme caso, que él se arreglaba con mi marido, conmigo no por ser mujer. A veces aquí mismo de manera interna a uno no le dan el lugar que estamos ocupando, porque hay problemas y a mí y a mi equipo del DIF nos hacen a un lado los ediles de la presidencia. Por eso algunas personas me aconsejan que ponga a mi marido una semana en el DIF a ver qué hace, porque a veces piensan que ellos hacen mucho y uno no hace nada y eso no es verdad, aquí también se trabaja mucho.
El problema más fuerte en este tiempo fue a nivel personal, con la familia y el matrimonio, porque ya no nos veíamos tanto, en muchas cosas sentía que me hacía a un lado, pero hablando se fueron arreglando las cosas, hay que tener mucha paciencia para salir juntos. A veces hasta le tenía que hablar por teléfono a la oficina para decirle cosas personales o del trabajo porque ya casi no lo veía. Pero el trabajo es el trabajo y la casa es muy aparte. Es difícil y siempre digo que nadie entendería hasta que esté aquí. Y es que a veces los problemas del trabajo no los llevamos a la casa, por ejemplo con las despensas, sólo me dan 588 para 32 comunidades y el municipio. Viene la gente y como no se les da, van con mi esposo y él viene y me reclama por qué no les di cuando en realidad no me alcanza y no sabe ni cómo se maneja esto y se le hace fácil. Hablé con él y le dije que estos fueron 3 años de compromisos y responsabilidades, pero al otro año, el 2 de enero, sólo va a estar él con su familia y ahorita sus hijas y yo lo necesitábamos.
Por otro lado es bonito apoyar a la gente aunque no como uno quisiera y por eso hay críticas que duelen. Agradezco estar aquí, hice lo que pude pero a veces no hay tanto presupuesto. Ahorita es un año muy difícil por la política pero hay que trabajar muy aparte.
El 31 de diciembre es mi último día en el DIF, regresaré a mi hogar a dedicarme a mi casa y mis hijas. Dice mi esposo que él ya no se va a acostumbrar pero yo sí ya quiero estar en mi casa. Ya no vamos a continuar en la política. Hasta donde sé él ya hasta aquí… Si me dice que quiere ser diputado, me divorcio (risas)…

No hay comentarios: