
Miguel Mora
Hace más de un año se iniciaron los trabajos de restauración, del campo deportivo de Monte Blanco, Teocelo. Las Autoridades Municipales prometieron a los deportistas que la citada obra llevaría solo unas semanas, pues se trataban de trabajos sencillos que no presentarían mayores problemas. Lo más difícil era aplanar el terreno de juego que tenía una pronunciada inclinación, pero la maquinaria lo haría en unos días. Sin embargo, las cosas se fueron complicando. El no haber planeado la obra y la falta de un comité de vigilancia hizo que los trabajos se hicieran mal, y se fuera posponiendo la conclusión de la misma. Un muro de contención en una de las esquinas del campo hace unos días, se vino abajo; ahora se esta construyendo de nuevo. El pasto es inadecuado para deportes, además al sembrarlo dejaron irregular el piso. Esto puede provocar caídas y lesiones entre los jugadores, no hay porterías, hay material amontonado a la intemperie, los trabajos están suspendidos y propietarios de fincas colindantes al campo deportivo, reclaman una rodada para llegar a sus terrenos. Nadie sabe cuándo se terminaran los trabajos, ni cuándo se podrá volver a jugar. Tampoco se sabe cuánto costará finalmente la obra.
Lo que si funciona y con mucha clientela es la cantina anexa al campo deportivo y al panteón. Este establecimiento lo regentea el Sr. Galdino Tlaxcalteco, quien a decir de los vecinos carece de los permisos correspondientes. Los problemas son principalmente para quienes habitan en la “calle del Silencio”.Los parroquianos transitan en vehículos a alta velocidad, sin precaución poniendo en riesgo la integridad física de los vecinos. Los bebedores que transitan a pie, hacen sus necesidades en la vía pública. Los quejosos han denunciado está situación muchas veces ante las Autoridades Municipales, pero aseguran que el mismo Alcalde y sus ayudantes toman en ese lugar, aún sabiendo que la comunidad esta en total desacuerdo por todo lo que ahí ocurre. Como ejemplo nos comentan que en días pasados, durante las celebraciones de los muertos, un grupo de jóvenes que tomaba en ese lugar, derribaron a una señora de avanzada edad. Este hecho lamentable estuvo a punto de provocar una riña, pues los familiares de la agredida reaccionaron con evidente enojo. La situación no pasó a mayores. Por enésima vez y a través de este medio le exigen al Presidente Municipal Oscar Hernández de la Cruz, cancele la mencionada cantina.
Por lo que toca al nuevo hospital, tampoco nadie sabe cuando empezará a dar servicio. El edificio está casi terminado pero le falta: acceso para vehículos, muros de contención, mobiliario y personal médico. La obra ya presenta varios problemas por lo defectuoso de la construcción. Por cierto, los vecinos comentan que el terreno del nuevo hospital no era precisamente el idóneo; mas bien fue un negocio entre priístas. Trascendió que la compra-venta fue entre el Presidente Municipal Oscar Hernández de la Cruz y un ex diputado del PRI.
El camino hacia “La Gravera” está cada vez mas deteriorado. Las Autoridades Municipales prometieron arreglarlo, pero tampoco cumplieron. No se cumplió además con el ofrecimiento hecho el año pasado de construir un retén, con elementos de seguridad pública y de patrullar permanentemente las comunidades de Independencia, Monte Blanco, Tejerías y Llano Grande. Esto se prometió a raíz de los incidentes ocurridos en Monte Blanco por supuestas extorsiones y amenazas contra algunos vecinos.
Lo que si funciona y con mucha clientela es la cantina anexa al campo deportivo y al panteón. Este establecimiento lo regentea el Sr. Galdino Tlaxcalteco, quien a decir de los vecinos carece de los permisos correspondientes. Los problemas son principalmente para quienes habitan en la “calle del Silencio”.Los parroquianos transitan en vehículos a alta velocidad, sin precaución poniendo en riesgo la integridad física de los vecinos. Los bebedores que transitan a pie, hacen sus necesidades en la vía pública. Los quejosos han denunciado está situación muchas veces ante las Autoridades Municipales, pero aseguran que el mismo Alcalde y sus ayudantes toman en ese lugar, aún sabiendo que la comunidad esta en total desacuerdo por todo lo que ahí ocurre. Como ejemplo nos comentan que en días pasados, durante las celebraciones de los muertos, un grupo de jóvenes que tomaba en ese lugar, derribaron a una señora de avanzada edad. Este hecho lamentable estuvo a punto de provocar una riña, pues los familiares de la agredida reaccionaron con evidente enojo. La situación no pasó a mayores. Por enésima vez y a través de este medio le exigen al Presidente Municipal Oscar Hernández de la Cruz, cancele la mencionada cantina.
Por lo que toca al nuevo hospital, tampoco nadie sabe cuando empezará a dar servicio. El edificio está casi terminado pero le falta: acceso para vehículos, muros de contención, mobiliario y personal médico. La obra ya presenta varios problemas por lo defectuoso de la construcción. Por cierto, los vecinos comentan que el terreno del nuevo hospital no era precisamente el idóneo; mas bien fue un negocio entre priístas. Trascendió que la compra-venta fue entre el Presidente Municipal Oscar Hernández de la Cruz y un ex diputado del PRI.
El camino hacia “La Gravera” está cada vez mas deteriorado. Las Autoridades Municipales prometieron arreglarlo, pero tampoco cumplieron. No se cumplió además con el ofrecimiento hecho el año pasado de construir un retén, con elementos de seguridad pública y de patrullar permanentemente las comunidades de Independencia, Monte Blanco, Tejerías y Llano Grande. Esto se prometió a raíz de los incidentes ocurridos en Monte Blanco por supuestas extorsiones y amenazas contra algunos vecinos.
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