Verónica Carrillo
Hoy en día la gente come mucho y se alimenta poco ¿y que diferencia hay? Básicamente en el nivel de conciencia, en el primer caso la persona no es conciente del papel que cumple la alimentación en el bienestar general, mientras que en el segundo caso la persona entiende la función de los alimentos y saca el mayor provecho de ellos para mejorar su salud.
Hay que comprender que cada célula de nuestro cuerpo se construye según la alimentación que uno tenga: si nos alimentamos con comida de mala calidad, las células producidas serán de mala calidad, si nos alimentamos con una buena calidad de alimentos se producirán células sanas que contribuirán a mantener una buena salud.
No es natural que las personas enfermen en invierno o que se llenen de alergias en primavera, el motivo de estas "enfermedades de temporada" son el resultado de un sistema inmune, débil provocado por una mala alimentación. Es importante que se considere un cambio en la alimentación, para tener una mejor salud. ¿En qué consiste este cambio de alimentación?
Principalmente comer lo que la naturaleza ofrece:
Puede parecer obvio, pero hay alimentos que aunque son naturales, debido a su alto nivel de manipulación no son una buena opción a la hora de considerarlos saludables.
Dejar de comer lo que la industria te impone como saludable:
Se pueden incluir todos los alimentos light, bajas calorías, bajo en grasas, bajos en…etc. Todos estos alimentos son tremendamente procesados y manipulados, es cosa de leer los ingredientes, si hay algo que les suena a juego de química o que les cuesta pronunciar, no lo compren.
Todo en exceso hace mal (por muy natural que sea):
Hace referencia al equilibrio, que es lo mas importante si se quiere mantener una buena salud, un alimento que puede parecernos saludable puede que se convierta en un problema si abusamos de él,
Cada persona es distinta, por lo tanto es fundamental aprender a escuchar a tu propio cuerpo, hazle caso, aunque esto signifique ir en contra de tus creencias, hay que experimentar, mucho ensayo y error pero el resultado finalmente valdrá la pena…
LECHE DE SOYA
1/4 kilo de soya y agua.
Lavar muy bien la soya y dejarla remojar por lo menos 10 horas en agua fría. Luego escurrirla. Colocar los frijoles en la licuadora, mezclados con agua, en la siguiente proporción: 1 porción de granos por cada tres de agua. Retirar de la licuadora y colar (de preferencia en manta de cielo). Poner a hervir por quince minutos con azúcar y canela al gusto. Retirar del fuego y esperar que enfríe. Guardarla en el refrigerador.
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