19 de junio de 2009

Héctor May Hernández chofer drurante 45 años


Reconocemos que uno de los trabajos más pesados y con mayor responsabilidad es el de chofer. Aunque hay algunos que no se caracterizan por el mejor trato al pasajero, hay otros que sí, como don Héctor May. Aquí su historia de vida:
“Desde 1964 soy chofer. El oficio me llamó la atención desde joven y mi hermano Samuel me enseñó a manejar. Tenía 18 años cuando empecé. Al principio acompañaba a mi hermano, él traía un carro de volteo del beneficio de café. Fue mi tío Francisco Martínez (Don Negro Martínez+) quien me ayudó a entrar a la línea. Entré a los carros Alfa como posturero, es decir, supliendo a varios choferes. Después me pasé a Loma de Oro, pero me salí en menos de un año porque un muchacho me dejó un carro de Netzahualcoyotl y desde 1966 me quedé trabajando ahí, hasta la fecha. Antes de empezar a manejar estuve yendo un año a un taller mecánico a Coatepec, pues hay que saber un poco de mecánica, aunque la práctica la adquieres manejando. Ahora los vehículos nuevos ya son computarizados y los errores se detectan con un escáner, ya no es como antes que se le metía la mano al motor.
Hay veces que salimos a las 5 de la mañana y terminamos a las 10 de la noche, haces 7 viajes a Xalapa; te tienes que levantar a las 4 de la mañana para ir a encender el carro a la terminal. En ocasiones la gente se queja que van muy rápido algunos choferes pero tenemos el tiempo medido porque si no llegamos perdemos el turno, ni tiempo de comer tenemos algunas veces.
Antes salía mucho a viajes especiales, me gustaba porque me distraía. El viaje más lejos que hice fue a Acapulco en 1973, y aproveché para pasear.
La convivencia entre el chofer y el cobrador depende del carácter de ambos, hay algunos que se llevan muy bien pero otros no se entienden. En ratitos se le va prestando el carro al cobrador para que aprenda a manejar y así pueda mover el vehículo, algunos que aprenden muy bien y se hacen choferes. No es difícil, pero manejar un autobús es mucha responsabilidad porque las unidades también son muy caras y sobre todo porque llevas vidas.
Afortunadamente nunca he tenido ningún accidente manejando, sólo una vez que venía como pasajero y por la barranca se cayó una piedra en el autobús; y la única vez que han asaltado el carro que yo traigo era el día de mi descanso, así que no me tocó.
Antes había menos unidades por eso los carros siempre iban llenos, y tanto de ida como de regreso pasábamos por el centro de Xalapa; la gente aprovechaba para ir a hacer sus compras al mercado y ya no tenían que pagar urbano. Además, no pasaban seguido, tardaban hasta 40min. A Cosautlán pasaban cada 2 horas. Se cobraban 35 centavos, lo más caro eran 2 pesos. La ruta más larga que tenemos es a Chilchotla, ya ha ido mejorando el camino. Ahora la mayoría de los autobuses están en buen estado, hay pocos accidentes y ya difícilmente se queda un carro en el camino porque se descomponga.
Una anécdota que recuerdo es un día que hubo un derrumbe en la barranca y no había paso, entonces, yo fui el único chofer que fue a traer a la gente para Teocelo. En el último viaje que íbamos a hacer nos paramos en la ermita a esperar a los pasajeros, entonces oímos que se empezaron a derrumbar piedras y todo estaba oscuro, el carro no arrancaba por los nervios de que seguíamos oyendo las piedras caer, entonces el cobrador se desmayó del susto. Lo trajimos a la casa para darle un te y que reaccionara.
A mí nunca me han espantado en la barranca, porque dicen que espantan, incluso he pasado caminando como a la 1 de la madrugada y nada; una vez por el Mirador del Águila en Tejerías, vimos un árbol de mango con muchas ruedas anaranjadas que brillaban y después un señor nos dijo que ahí espantaban, fue raro ver eso.

Lo que mas me gusta de mi trabajo es cuando un pasajero me da las gracias y queda a gusto con el servicio que les di, eso me motiva. Algunas personas se molestan porque llevan los radios a todo volumen y yo lo que les digo a mis compañeros que hay que escucharlo con un volumen bajo y buena música, siempre pensando en el trato al pasajero. Sólo es cuestión de usar el sentido común y tener una actitud de servicio porque esa es la labor, servir al usuario. A veces uno comete errores como no darnos cuenta que aún están bajando las personas y cerramos la puerta, pero no es intencional. Nunca he tenido un problema fuerte con los pasajeros. Aunque es un trabajo estresante, pero hay que tener paciencia para evitar problemas. Estoy muy encariñado con la línea porque de ahí mis hijos pudieron estudiar.
Algunos de los choferes más reconocidos por sus años y su trato son: Porfirio Andrade, es muy buen conductor y tiene más experiencia que yo porque ha trabajado en carretera como trailero, yo lo admiro porque también es una buena persona y es amable con los pasajeros; también Filemón Morales y su hermano Toño.”
Le agradecemos a don Héctor por la entrevista y lo reconocemos como un personaje popular de Teocelo, y uno de los choferes más preparados y con mejor trato a los usuarios. Del mismo modo reconocemos a Porfirio Andrade y a todos cuya principal labor es servir a los pasajeros.

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